La Ley de 1918: El inicio de la educación universitaria laica en Argentina (27 de mayo)
La Ley de 1918: El inicio de la educación universitaria laica en Argentina (27 de mayo)

Un contexto de transformación social y política
La sanción de la Ley 11.516 el 27 de mayo de 1918 no fue un hecho aislado, sino que se inscribe en un periodo de profunda transformación social y política en Argentina. La primera mitad del siglo XX estuvo marcada por intensos debates sobre el rol de la religión en la vida pública y la necesidad de una educación que promoviera valores laicos y críticos. La influencia de movimientos reformistas en América Latina, especialmente el Movimiento de Reforma Universitaria, que se gestó en Córdoba, fue crucial para el surgimiento de esta ley.
En este contexto, la necesidad de establecer una educación universitaria laica respondía a un creciente descontento con el predominio de la Iglesia en la educación pública. Las universidades, en su mayoría, estaban bajo el control de instituciones religiosas que limitaban el acceso a una educación crítica y libre. La Ley 11.516 representó un cambio radical en este panorama, al establecer que las universidades debían ser independientes de toda influencia religiosa, garantizando así una educación basada en la razón y el conocimiento.

Las luchas y la resistencia de los sectores conservadores
A pesar de la aprobación de la ley, la resistencia de sectores conservadores fue fuerte. Muchos sectores de la sociedad, incluidos políticos y grupos religiosos, argumentaban que la educación laica podría desvirtuar los valores morales y éticos de los jóvenes. Esta oposición se tradujo en intensas discusiones en el ámbito legislativo y en la sociedad civil, donde se enfrentaron visiones antagónicas sobre el papel de la educación en la formación del individuo.
La lucha por la Ley 11.516 se enmarcó dentro de un contexto más amplio de reformas que buscaban democratizar el acceso a la educación superior. Los estudiantes de la Universidad Nacional de Córdoba fueron pioneros en esta batalla, organizándose en asambleas y movilizaciones que sentaron las bases de un movimiento que exigiría una educación más inclusiva y abierta a todos. Esto se tradujo en un incremento significativo de la matrícula estudiantil, con un aumento del 30% en los inscriptos en los años posteriores a la sanción de la ley.

Impacto y legado en la educación universitaria moderna
La Ley 11.516 no solo marcó un hito en la historia de la educación universitaria en Argentina, sino que también sentó las bases para un modelo educativo que se consolidaría en las décadas siguientes. La implementación de una educación laica y gratuita permitió que miles de jóvenes accedieran a estudios superiores, lo que contribuyó a la formación de una clase media educada y crítica. Este fenómeno tuvo un impacto directo en la cultura y el desarrollo social del país, impulsando el progreso en diversas áreas como la ciencia, la tecnología y las artes.
El legado de la Ley 11.516 se extiende hasta nuestros días, siendo un referente en las luchas por la educación pública y laica en Argentina. A lo largo de los años, este marco legal ha sido defendido y reivindicado por generaciones de estudiantes y educadores que consideran que la educación debe ser un espacio de libertad, diversidad y reflexión crítica. En el contexto actual, donde aún persisten tensiones entre visiones laicas y religiosas, la ley sigue siendo un bastión en la lucha por la separación de la iglesia y el estado en el ámbito educativo.