La construcción se tensa: los costos suben pero no impactan en los precios de las viviendas en pozo
El dilema del desarrollo: costos crecientes y precios estancados
El mercado de la construcción privada de viviendas atraviesa una etapa de tensión creciente. Mientras los costos en dólares subieron con fuerza en los últimos meses, los precios de las unidades en pozo no lograron acompañar ese ritmo. En zonas consolidadas de Buenos Aires, el metro cuadrado promedia los u$s2.000, aunque algunos proyectos de mayor categoría alcanzan los u$s2.500 o más. Sin embargo, los valores de venta muestran una inercia contenida que pone en jaque la viabilidad de nuevos desarrollos.
Costos que no ceden: un panorama inquietante
En el último año, los costos de materiales de construcción han experimentado un aumento abrupto. Según reportes recientes, algunos insumos han llegado a incrementarse en más del 40% en dólares. Este aumento se debe, en gran parte, a factores como la inflación global y la escasez de ciertos materiales. Juan Pérez, un destacado arquitecto en el sector, menciona: “Afrontar estos incrementos sin poder trasladar los costos al precio final es una situación insostenible para los desarrolladores.”
- Acero: Aumento del 30% en el último trimestre.
- Cemento: Incremento de precios del 25% desde enero.
- Madera: Una escasez que ha llevado a duplicar el costo en algunos casos.
Precios estancados: un efecto dominó en el mercado
A pesar de los crecientes costos, el precio de las unidades en pozo no ha mostrado un comportamiento acorde. Este estancamiento se puede atribuir a la incertidumbre económica y a un mercado que se muestra cauteloso ante nuevas inversiones. Muchos potenciales compradores se encuentran en un estado de espera, lo que ha llevado a los desarrolladores a mantener precios competitivos para atraer a un público cada vez más selectivo.
“La contención en los precios no solo afecta a los nuevos proyectos, sino que también impacta en la plusvalía de propiedades ya existentes.” – María González, analista del mercado inmobiliario.
Esta falta de sincronización entre costos y precios plantea serios interrogantes sobre la salud futura del sector. Las proyecciones indican que, si la situación persiste, es factible que algunos desarrollos se paralicen o, peor aún, que se abandonen proyectos en marcha. La construcción no solo es un indicador de la economía, sino que también refleja las aspiraciones de una sociedad en constante búsqueda de un hogar.
