La Iglesia le reclamó al Gobierno por las personas con discapacidad que “no pueden esperar”
El urgente llamado de la Iglesia ante la desprotección de un sector vulnerable
La reciente declaración de la Iglesia católica ha puesto de manifiesto una problemática social que, a menudo, queda relegada en la agenda pública: la atención a las personas con discapacidad. Este reclamo se alza como un eco de las voces que exigen un compromiso inquebrantable por parte del Gobierno, especialmente en tiempos en que los desafíos económicos y políticos parecen atraer la atención hacia otras cuestiones prioritarias. Sin embargo, es crucial recordar que el bienestar de estos individuos no puede esperar.
La voz de la Iglesia y su papel social
En un contexto donde el Gobierno de Axel Kicillof enfrenta múltiples presiones políticas y sociales, la Iglesia ha tomado una postura clara y decidida. Con un llamado a la acción, se hace eco de las palabras de Lucía Aisicoff, quien ha resaltado que “las personas con discapacidad no pueden esperar”. Esta declaración no es solo un esfuerzo por visibilizar la situación, sino un recordatorio de que la justicia social debe ser una prioridad.
- El Acuerdo de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad establece obligaciones claras para los Estados en la protección de este colectivo.
- La realidad en Argentina es que muchas de estas personas enfrentan obstáculos en áreas como la educación, la salud y la inclusión laboral.
Escuchar a la Iglesia es fundamental, no solo por su influencia, sino porque su mensaje resuena con las inquietudes de muchas familias que luchan día a día por obtener una vida digna para sus seres queridos. La falta de recursos y el estigma social siguen siendo barreras difíciles de derribar.
Un llamado a la acción desde el Gobierno
El hecho de que Kicillof haya hecho un guiño a Cristina Fernández de Kirchner en la búsqueda de un “gran frente bonaerense” contra la amenaza de Javier Milei podría ser visto como una maniobra estratégica, pero también presenta una oportunidad. Esta convergencia política debería incluir un compromiso renovado hacia la protección de las personas con discapacidad.
“La política debe ser un instrumento de transformación social, no un juego de intereses.” – Lucía Aisicoff
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La urgencia de esta problemática no puede ser ignorada en la polarización actual. Es fundamental que tanto el Gobierno como otros actores sociales se unan para implementar políticas efectivas que garanticen los derechos y la inclusión de las personas con discapacidad. La hora de actuar es ahora, y como bien señala la Iglesia, “no pueden esperar”.