Cristina Kirchner en Corrientes: “Si estoy terminada, ¿por qué no me dejan competir y me derrotan políticamente?”
Un regreso triunfal y desafiante en Corrientes
Este sábado, la expresidenta Cristina Kirchner dejó claro que su voz sigue resonando en el ámbito político argentino durante un acto del Partido Justicialista en Paso de los Libres, Corrientes. En un discurso lleno de fervor y determinación, respaldó la candidatura de Martín “Tincho” Ascúa a la gobernación provincial y lanzó ácidas críticas hacia el gobierno de Javier Milei. La líder peronista, en su característico estilo combativo, aprovechó la ocasión para abordar su situación judicial y el contexto económico del país.
La persecución política como eje central
Durante su intervención, CFK no escatimó en señalar la supuesta persecución política que padece. Al cuestionar el porqué de su exclusión del juego electoral, planteó: “Si estoy tan acabada, ¿por qué no me dejan competir y me derrotan políticamente?” Esta frase, cargada de desafío, refuerza su narrativa de víctima ante un sistema que busca silenciarla.
La expresidenta también reivindicó su legado como jefa de Estado, haciendo hincapié en las políticas que implementó durante su mandato. Su crítica no solo se centró en el presente, sino que también incluyó un análisis de las gestiones que la sucedieron, incluyendo la de Alberto Fernández. En este sentido, su defensa no solo es personal, sino que busca restablecer un hilo conductor en la historia reciente del país.
Un ataque frontal a la administración actual
Además de la defensa personal, Cristina Kirchner arremetió contra el gobierno de Javier Milei, describiendo su propuesta como “una remake bastante ineficiente” de las antiguas políticas neoliberales. A lo largo de su discurso, ironizó: “Es como el yogurt, tiene vencimiento”, sugiriendo que el modelo actual tiene un tiempo limitado antes de colapsar.
También se refirió al problema del endeudamiento y criticó el plan del ministro de economía, Luis Caputo, para atraer divisas: “No es solo un problema de gestión, el problema es que no hay dólares, y los que están en el colchón no te los van a sacar”. Esta afirmación destaca la compresión de Kirchner sobre la realidad económica del país y su capacidad para conectar con las preocupaciones de la población.
El legado en juego: entre la política y la justicia
En medio de este frenético regreso al escenario político, Cristina Kirchner se enfrenta a una encrucijada judicial que podría redefinir su futuro. Se refirió a la reapertura del debate en torno a la causa Vialidad y denunció que sus adversarios políticos persiguen el objetivo de verla “presa o muerta”. Esta afirmación no solo revela su perspectiva sobre la situación, sino que también refleja la tensión existente en el aire político argentino.
El retorno de Kirchner a la arena política no es simplemente un acto de resistencia, sino un desafío que cuestiona las bases sobre las que se construyó el actual sistema político. Su constante alusión a ser un objetivo de ataque sugiere que está dispuesta a luchar no solo por su lugar, sino también por un modelo de país que defiende.
Impacto en la base del peronismo
El acto en Corrientes tuvo un impacto notable en las bases del peronismo. Al respaldar la candidatura de Ascúa, Cristina reavivó la llama del justicialismo en una provincia que ha estado marcada por divisiones internas. La capacidad de Kirchner para movilizar a las masas y conectar con sus seguidores se hizo evidente, y su mensaje resonó particularmente entre aquellos que ven en su figura una esperanza de cambio.
A medida que esperan el pronunciamiento de la Corte Suprema sobre su condena, los seguidores de Kirchner parecen estar más decididos que nunca a luchar por su causa. El desafío que ella plantea no solo es político, sino que también es emocional, tocando las fibras más sensibles de un electorado que se siente frustrado y desilusionado con la situación actual del país.