Javier Milei y sus medidas, EN VIVO: “El protocolo antipiquetes está vigente”, advirtió el Gobierno y confirmó que les descontará el día a los empleados públicos que se sumen a la marcha por Cristina Kirchner
Por Carlos López · 18 Jun 2025 – 07:45 AM -03 Ver perfil
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Una crisis de gobernabilidad: la respuesta de Milei ante la movilización de apoyo a Cristina Kirchner
En un clima de tensión política y social, la administración del presidente Javier Milei se encuentra ante un nuevo desafío. Este miércoles, se espera una masiva movilización a la Plaza de Mayo, convocada por sectores afines a la ex presidenta Cristina Kirchner, quien actualmente cumple una prisión domiciliaria. La respuesta del Gobierno incluye medidas drásticas, como la implementación de un protocolo de seguridad y descuentos salariales para los empleados públicos que decidan participar en la marcha.
El protocolo de seguridad y el vallado de la Casa Rosada
Para contener posibles alteraciones del orden público, el Gobierno ha decidido vallar los alrededores de la Casa Rosada. Esta medida, según el ministro de Seguridad, Guillermo Francos, se enmarca dentro de un protocolo antipiquetes que se activará en función de la situación que se presente. La intención es controlar la movilización y evitar que las manifestaciones se desborden.
Desde el Comando Unificado del Ministerio de Seguridad, se coordinarán los operativos de vigilancia, que incluirán la presencia de fuerzas de seguridad en puntos estratégicos. Este despliegue responde a la creciente preocupación por la seguridad en la capital, donde las tensiones entre distintos sectores políticos se han intensificado en los últimos meses.
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Impacto en el empleo público y la economía
Además de las medidas de seguridad, la administración de Milei ha decidido tomar una postura firme contra la participación de empleados públicos en la marcha. El Gobierno notificó que descontará el día a aquellos funcionarios que se sumen al paro, una decisión que genera un ambiente de temor y división entre los trabajadores del Estado. Esta estrategia podría interpretarse como un intento de desincentivar la movilización, aunque también podría profundizar el descontento entre sectores que apoyan a la ex presidenta.
La medida plantea interrogantes sobre el futuro del empleo público y la relación entre el Gobierno y sus empleados. En tiempos donde la confianza en las instituciones se encuentra debilitada, decisiones como esta pueden tener repercusiones en la moral de los trabajadores y, por ende, en la eficiencia del servicio público.
Las divisiones políticas y su repercusión social
La división política en Argentina ha alcanzado niveles alarmantes, con un fuerte enfrentamiento entre los sectores que apoyan a Milei y aquellos que defienden a Cristina Kirchner. Esta polarización no solo afecta el ámbito político, sino que también se traduce en manifestaciones sociales que a menudo terminan en conflictos. El operativo de seguridad no solo es una respuesta técnica, sino un reflejo de la fractura social que atraviesa al país.
El clima en torno a esta situación es tenso. Las calles de Buenos Aires se preparan para una jornada que podría escalar en confrontaciones. El apoyo popular hacia Kirchner, aún significativo, se contrapone con la firmeza del Gobierno de Milei, que busca consolidarse en un contexto adverso. Las movilizaciones, por tanto, no son solo un fenómeno político, sino un síntoma de una sociedad que lucha por encontrar un equilibrio en medio de crisis económicas y políticas.
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La creación del Departamento Federal de Investigación y su contexto
En paralelo a la crisis actual, el Gobierno ha presentado la creación de un nuevo organismo de seguridad: el Departamento Federal de Investigación. Con una estética y misión que recuerdan al FBI estadounidense, este departamento tiene como objetivo la lucha contra el crimen organizado, en un contexto donde la seguridad es un tema prioritario para la administración de Milei.
Sin embargo, esta nueva estructura ha generado críticas y escepticismo sobre su efectividad. Algunos analistas sugieren que, en lugar de abordar de manera integral los problemas de seguridad, se corre el riesgo de desviar la atención de las verdaderas causas de la crisis social y económica que enfrenta el país. En un entorno donde la confianza en las fuerzas del orden está cuestionada, el éxito de esta iniciativa dependerá de su capacidad para generar cambios reales y duraderos.
El escenario en Argentina se vuelve cada vez más complejo. La movilización de apoyo a Cristina Kirchner es solo el último capítulo de una historia política marcada por la polarización, mientras el Gobierno de Javier Milei busca reafirmar su autoridad ante un pueblo que parece dividido entre el rechazo y el apoyo. La evolución de estos acontecimientos será clave para entender el futuro inmediato de la política argentina.
