El peronismo marchó en apoyo a Cristina, que en un mensaje a la militancia vaticinó que Milei "se cae" y prometió: "vamos a volver"

Por Carlos López · 18 Jun 2025 – 07:43 PM -03 Ver perfil

La resistencia del peronismo y el futuro incierto

En un contexto de fuerte polarización política y social, la figura de Cristina Kirchner ha vuelto a ser el epicentro de la atención en Argentina. Desde su hogar en Constitución, donde se encuentra cumpliendo prisión domiciliaria, la ex presidenta se dirigió a una multitud de militantes que se congregaron en la Plaza de Mayo en un acto que, más allá de su simbología, refleja un sentimiento de resistencia y lucha por el legado peronista. La situación política actual, marcada por la presidencia de Javier Milei, se ve ahora sacudida por las promesas de retorno de la líder opositora.

Un acto masivo en tiempos de crisis

La movilización de la militancia peronista fue, sin duda, un espectáculo de fuerza. Los organizadores hablaban de cifras impresionantes, calculando la asistencia en hasta un millón de personas, mientras que las autoridades de la Ciudad de Buenos Aires estimaban solo 70,000. Sin embargo, la realidad es que, en medio de un clima electoral incierto, la cantidad de asistentes superó las expectativas del oficialismo, lo que demuestra el fervor que aún despierta el peronismo en amplios sectores de la población.

500,000 (cálculo inicial de organizadores)
70,000 (estimación de la Ciudad)
100,000 (admisión del Ejecutivo)

Este acto no solo fue un llamado a la libertad de Cristina Kirchner, sino también un intento de marcar el rumbo del movimiento en las futuras elecciones. La imagen de la ex mandataria proyectada desde una pantalla, con la Casa de Gobierno como telón de fondo, fue un recordatorio de que, a pesar de los obstáculos legales, su influencia en la política argentina sigue siendo relevante.

El mensaje optimista de Cristina

Durante su intervención, Cristina Kirchner no escatimó en optimismo. Afirmó que el modelo económico de Milei tiene una “fecha de vencimiento”, un pronóstico que parece aspirar a reavivar la esperanza en un electorado que ha sentido en carne propia los efectos de las políticas actuales. En un tono casi profético, la ex presidenta aseguró: “vamos a volver y además vamos a volver con más sabiduría, con más unidad, con más fuerza”. Estas palabras resuenan como un mantra entre sus seguidores.

El tono de su discurso sugiere que la estrategia del peronismo se centrará en reforzar la unidad y la cohesión interna, algo que en los últimos años ha sido un desafío constante. La promesa de “hacer todo lo que esté a mi alcance” revela también un compromiso personal que podría ser clave en la movilización de las bases.

El clima de seguridad y coordinación en la Casa Rosada

Mientras las multitudes clamaban por la libertad de Cristina Kirchner, la Casa Rosada se mantenía bajo un fuerte dispositivo de seguridad, blindada por gendarmes y fuerzas federales. Este despliegue no solo fue una medida preventiva ante posibles disturbios, sino también una representación de la tensión que permea el ambiente político argentino. El presidente Milei optó por no estar presente en la Casa, lo que podría interpretarse como un intento de distanciarse de la situación.

Esta decisión, sumada a la forma en que las autoridades minimizan el impacto de la movilización, sugiere un enfoque cauteloso ante un panorama que podría volverse volátil. La polarización entre el oficialismo y la oposición ha alcanzado niveles sin precedentes, y cada evento se convierte en una oportunidad para medir fuerzas.

Miradas hacia el futuro electoral

En el horizonte se vislumbran elecciones cruciales, especialmente en la provincia de Buenos Aires, que históricamente ha sido un bastión del peronismo. La capacidad de Cristina Kirchner de articular un discurso que conecte con los problemas reales de la gente será fundamental para recuperar terreno en un contexto donde el desencanto y la incertidumbre dominan.

La respuesta del Gobierno ante esta movilización será crucial. La insistencia en minimizar el acto puede ser un doble filo; mientras que puede ser una estrategia para restar fuerza al movimiento, también puede generar una reacción adversa en un electorado que sigue buscando alternativas en el peronismo como baluarte de un pasado que aún resuena en muchos.

El futuro político en Argentina es incierto, pero lo que está claro es que la figura de Cristina Kirchner sigue siendo un faro en la tormenta y un símbolo de la persistencia del peronismo. Con un mensaje que llama a la unidad y a la lucha, el movimiento que ella lidera se prepara para enfrentar un nuevo capítulo en la historia política del país.