"Está más viva que nunca": la oposición cree que Cristina ganó centralidad tras la marcha del peronismo en su defensa

Por Juan Pérez · 18 Jun 2025 – 08:03 PM -03 Ver perfil

El renacer de un liderazgo: Cristina Kirchner en el centro del debate político

En un contexto político marcado por las tensiones internas y la fragmentación de la oposición, la figura de Cristina Fernández de Kirchner ha resurgido con una fuerza inesperada. La reciente marcha a la Plaza de Mayo, aunque no unificó posturas dentro del peronismo, sí generó una reacción notable en la oposición, quienes consideran que la ex presidenta ha recuperado una centralidad que muchos creían perdida. Este resurgimiento no solo impacta a sus seguidores, sino que también plantea nuevos desafíos para el panorama político argentino.

Un mensaje poderoso en la Plaza de Mayo

La marcha a la Plaza de Mayo, en defensa de la ex mandataria, ha sido interpretada como un acto de resistencia y reafirmación. En su discurso, Cristina Kirchner evocó el lema “vamos a volver”, una frase que resuena en la memoria colectiva de sus seguidores. Esta retórica, que ya había sido utilizada en la campaña de Alberto Fernández, cobra nueva vida en un momento donde el apoyo de sus bases es crucial. La ex presidenta ha sido clara al afirmar: “Volveremos con más sabiduría y unidad”, un llamado que busca consolidar el apoyo no solo de sus incondicionales, sino también de aquellos que podrían ser indecisos.

Este tipo de mensajes, que apelan a la historia y a la mística del peronismo, son estratégicos. Luis Juez, senador cordobés, subrayó que la condena judicial en su contra ha tenido un efecto paradójico: le ha otorgado una centralidad política que no se veía desde hace años. Esto no es un elemento menor en la historia política argentina, donde el pasado suele ser una sombra que acecha a los líderes.

La mirada de la oposición: preocupación y estrategia

La oposición no ha tardado en reaccionar ante este fenómeno. Al respecto, Patricia Bullrich, ex ministra de Seguridad y actual líder de Juntos por el Cambio, ha presentado un proyecto legislativo que busca excluir a condenados por corrupción del beneficio del indulto. Este movimiento intenta presentar una respuesta contundente a la narrativa que Cristina ha comenzado a construir. En un contexto en el que la polarización es evidente, la oposición se siente amenazada por la capacidad de la ex presidenta de recuperar la agenda y capitalizar el descontento general.

La estrategia de Bullrich destaca un punto crucial: la condena a Cristina no ha hecho que su narrativa se debilite, sino que ha generado un espacio para que ella se presente como víctima de un sistema que busca silenciarla. Este aspecto puede ser un arma de doble filo, ya que, por un lado, puede galvanizar a su base, pero por el otro, puede alienar a aquellos que aún recuerdan los puntos oscuros de su gobierno.

El pasado reciente y su peso en el presente

La historia del peronismo está marcada por episodios de amnesia colectiva. En este sentido, es relevante observar cómo el discurso de la ex presidenta logra desviar la atención sobre los fracasos de su último mandato. La sociedad argentina tiende a olvidar rápidamente, lo que permite que políticos como Cristina prometan un regreso ‘mejorado’ sin que el pasado reciente sea objeto de un juicio crítico.

La percepción del fracaso de su gestión anterior se ha diluido en medio de la polarización actual, y esto es un aspecto que el peronismo sabe utilizar a su favor. Al igual que en épocas pasadas, la capacidad de Cristina Kirchner para reinventarse y conectar con su base se convierte en una herramienta poderosa que puede ser determinante en un futuro electoral, sobre todo en un país donde la memoria puede ser selectiva.

Las implicaciones para el futuro político argentino

El resurgimiento de Cristina Kirchner en el escenario político no solo afecta al peronismo, sino que también tiene profundas implicaciones para la oposición y la dinámica del sistema político argentino. Las elecciones venideras, en un clima de creciente descontento social, serán una prueba de fuego tanto para el kirchnerismo como para aquellos que buscan desafiar su liderazgo.

La centralidad que ha recuperado Cristina, en un momento donde la fragmentación y el descontento son evidentes, sugiere que el juego político aún está lejos de resolverse. La ex presidenta ha demostrado que, a pesar de las adversidades, su figura sigue siendo un referente indiscutible que, si bien provoca divisiones, también puede unir a un sector considerable de la población en torno a un relato que busca reescribir los capítulos de la historia reciente.