Cómo preparar un jardín soñado en junio: las 3 flores japonesas que tenés que plantar en otoño
Por Ana Martínez · 20 Jun 2025 – 11:21 AM -03 Ver perfil
Crédito: SIPA Press – Imagen exclusiva | © 2025 InfoNow Noticias
Transformando tu espacio verde con elegancia oriental
Con la llegada de junio, el aire fresco y el suelo húmedo del otoño proporcionan un escenario ideal para aquellos que desean esbozar un jardín soñado. Los jardineros argentinos, desde aficionados hasta expertos, encuentran en estos meses una oportunidad dorada para planificar y plantar especies que florecerán con esplendor en la próxima primavera. Entre las opciones disponibles, las flores japonesas emergen como verdaderas joyas de la naturaleza, aportando no solo belleza, sino también un sentido de calma y armonía a cualquier paisaje.
El ciruelo japonés: un símbolo de la primavera anticipada
Uno de los protagonistas indiscutibles de los jardines asiáticos es el ciruelo japonés, o Ume. Este árbol no solo es venerado por su estética, sino que también marca un hito estacional: comienza a florecer a finales del invierno, brindando una de las primeras señales de que la primavera está a la vuelta de la esquina. Sus flores blancas y rosadas son un espectáculo visual que atrae a polinizadores y despierta el interés de aquellos que buscan belleza natural.
Entre sus virtudes, podemos enumerar:
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- Floración temprana: un deleite visual desde el invierno.
- Resistencia: una especie robusta que se adapta bien a diferentes suelos.
- Significado cultural: en Japón, simboliza la esperanza y la renovación.
La camelia: un toque de elegancia permanente
Otro tesoro de la jardinería japonesa es la camelia, conocida también como Tsubaki. Con sus flores grandes y exuberantes que van desde el blanco puro hasta el rojo intenso, esta planta ofrece un espectáculo duradero que puede mantenerse durante varias semanas, incluso en los días más fríos. Su naturaleza de hoja perenne asegura que el jardín se mantenga vibrante y verde a lo largo del año, enriqueciendo la estética del paisaje.
Una de las razones para elegir la camelia es su capacidad para proporcionar color en los meses más oscuros. Además, su adaptabilidad al clima argentino la convierte en una opción excelente para aquellos que buscan versatilidad en su jardín. Es común ver a los jardineros combinar camelias con otras especies para crear contrastes visuales que cautivan a quienes visitan el espacio.
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La flor de cerezo: un ícono de belleza efímera
Cerrando esta selección, no podemos dejar de mencionar la célebre flor de cerezo, o Sakura, que ha conquistado corazones en todo el mundo. Su floración, que generalmente ocurre entre septiembre y octubre en Argentina, es un fenómeno que atrae a millones de visitantes a parques y jardines, donde su belleza se despliega en forma de nubes rosas que llenan el aire de un aroma dulce y sutil. Sin embargo, lo que hace a la Sakura verdaderamente especial es su naturaleza efímera; la breve duración de su floración invita a la contemplación y la apreciación del momento presente.
Al considerar la inclusión de esta especie en tu jardín, piensa en los siguientes aspectos:
- Atractivo visual: transforma cualquier espacio en un espectáculo de belleza.
- Culturalmente significativa: en Japón, simboliza la fugacidad de la vida y la renovación.
- Atractiva para polinizadores: contribuye a la biodiversidad del entorno.
En suma, la planificación de un jardín en otoño puede ser una experiencia enriquecedora y profundamente satisfactoria. Al elegir cuidadosamente especies como el ciruelo japonés, la camelia y la flor de cerezo, no solo embellecerás tu espacio, sino que también crearás un refugio que invita a la reflexión y la conexión con la naturaleza.
