Este hábito en el baño podría causar infecciones graves
Por Ana Martínez · 22 Jun 2025 – 02:45 AM -03 Ver perfil
© Reuters – 2025 | © 2025 InfoNow Noticias
Un descuido cotidiano que puede tener serias consecuencias para la salud
Las infecciones urinarias son una de las afecciones más comunes que afectan a millones de personas en todo el mundo. Aunque generalmente son causadas por la invasión de bacterias en el sistema urinario, hay ciertos comportamientos que pueden aumentar el riesgo de desarrollarlas. En este contexto, el actor principal no es solo el microorganismo, sino la manera en que muchas personas, especialmente mujeres, enfrentan un acto tan cotidiano como orinar.
La anatomía y su papel en la vulnerabilidad
Para entender por qué las mujeres son particularmente susceptibles a las infecciones urinarias, es fundamental considerar la anatomía. La uretra femenina es considerablemente más corta que la masculina, lo que facilita la entrada de bacterias desde el entorno. Además, su proximidad al ano incrementa el riesgo de contaminación. En términos de estadísticas, se estima que aproximadamente 50-60% de las mujeres experimentarán al menos una infección urinaria en su vida.
Este hecho resalta la importancia de llevar a cabo prácticas de higiene adecuadas. Muchas mujeres, en su rutina diaria, pueden pasar por alto el cuidado necesario para prevenir estas infecciones. Por ende, un entendimiento claro de los riesgos asociados con una mala higiene es crucial para combatir este problema.
Crédito: Efe – Imagen exclusiva | © 2025 InfoNow Noticias
Errores comunes en la micción
Un error que a menudo se pasa por alto es la forma en que muchas mujeres se sientan al orinar. La tensión o el miedo a estar en un baño público pueden llevar a una micción incompleta. Este acto, aunque aparentemente trivial, puede resultar en la retención de orina, lo que a su vez crea un ambiente propicio para que las bacterias se multipliquen.
Es vital permitir que el cuerpo funcione de manera natural. La tensión puede obstaculizar la capacidad del esfínter uretral para relajarse completamente, impidiendo que se eliminen todas las toxinas y bacterias. Este es un aspecto que muchas mujeres no consideran, y que puede tener repercusiones significativas en su salud.
Higiene íntima: Más allá de lo básico
Al hablar de higiene íntima, es crucial entender que no se trata solo de lavarse las manos antes y después de usar el baño. Factores como el tipo de productos utilizados para la higiene personal o las técnicas de limpieza pueden influir en la prevención de infecciones. Por ejemplo, el uso de jabones perfumados o productos con químicos agresivos puede alterar el pH natural de la zona genital, favoreciendo el crecimiento bacteriano.
Un enfoque más natural y menos agresivo es recomendado por muchos expertos en salud. Usar agua y un jabón suave puede ser suficiente para mantener una buena higiene sin alterar el equilibrio natural del cuerpo. Asimismo, es esencial cambiarse inmediatamente tras realizar deportes o actividades que provoquen sudoración, para evitar la proliferación de bacterias.
Foto: Gamma-Rapho | © 2025 InfoNow Noticias
La hidratación como aliada en la prevención
La hidratación es otra pieza clave en el rompecabezas de la salud urinaria. Beber suficiente agua no solo ayuda a eliminar toxinas, sino que también contribuye a la producción de orina, lo que permite que el sistema urinario se limpie de bacterias de manera más eficiente. Se estima que una ingesta adecuada de líquidos puede reducir el riesgo de infecciones urinarias en hasta un 50%.
Además, evitar el consumo excesivo de bebidas irritantes, como el café, el alcohol o las bebidas con gas, puede marcar la diferencia. Estas pueden alterar el pH de la orina y aumentar la irritación de la vejiga, lo que favorece la aparición de infecciones. Por lo tanto, un enfoque en la hidratación y en la elección de las bebidas puede ser una estrategia efectiva para cuidar de la salud urinaria.
En resumen, aunque las infecciones urinarias son comunes, es posible reducir su riesgo mediante decisiones informadas y prácticas de higiene adecuadas. La atención a los detalles en la rutina diaria, desde la técnica de micción hasta la elección de productos de higiene y la adecuada hidratación, puede hacer una gran diferencia en la salud a largo plazo.