El Papa advierte que en tiempos de “terribles conflictos” no hay lugar para las divisiones y los odios
Por Ana Martínez · 27 Jun 2025 – 05:01 PM -03 Ver perfil
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Un llamado a la unidad en tiempos de crisis global
En el contexto de una sociedad marcada por la polarización y el conflicto, el Papa León XIV ha emitido un mensaje contundente durante la misa celebrada en el Auditorio de la Conciliación, instando a sacerdotes y obispos a dejar de lado divisiones y odios. Este pronunciamiento no solo resuena en el ámbito religioso, sino que también tiene profundas implicaciones para la comunidad global en un momento en que la paz parece más frágil que nunca.
Una homilía cargada de significado
Durante la misa del pasado viernes, el Papa destacó la necesidad imperante de una reconciliación auténtica dentro de la Iglesia Católica. “En un tiempo de grandes y terribles conflictos no hay lugar para divisiones ni odios de ningún tipo”, enfatizó el pontífice. Este llamado a la unidad se produce en un momento crítico, donde el mundo se enfrenta a una serie de desafíos, desde conflictos bélicos hasta crisis humanitarias, que han exacerbado las tensiones sociales y económicas.
La homilía del Papa se inscribe en el marco del Jubileo de los sacerdotes, un evento que reúne a representantes de la Iglesia de todos los rincones del planeta. En esta ocasión, León XIV reunió a aproximadamente 400 obispos de 38 países, instándoles a ser firmes en la lucha contra el abuso sexual dentro de la iglesia, un tema que ha manchado la reputación de la institución en años recientes. Al respecto, les recordó que deben atenerse a las disposiciones vigentes, especialmente en lo concerniente a la protección de menores.
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El mensaje para los sacerdotes: amor y compromiso
La esencia del mensaje del Papa se centra en el amor y la unidad. En su discurso, León XIV instó a los sacerdotes a mantenerse “reconciliados, unidos, transformados por el amor que brota abundantemente del Corazón de Cristo”. Este enfoque no solo busca revitalizar la vocación sacerdotal, sino también su papel como agentes de paz y reconciliación en un mundo dividido.
El jefe de la Iglesia Católica también exhortó a los sacerdotes a llevar al mundo “la paz del Resucitado”, un llamado a actuar con humildad y determinación, pero siempre acompañados de un espíritu abierto hacia los demás. Este principio se torna esencial en un momento en que la globalización y el avance tecnológico han llevado a un aumento de la desinformación y al surgimiento de discursos de odio.
La ordenación de nuevos sacerdotes: un símbolo de esperanza
León XIV también llevó a cabo la ordenación de nueve sacerdotes provenientes de 23 países. Este acto simboliza no solo la continuidad de la misión de la Iglesia, sino también un renovado compromiso con la diversidad y la inclusión. En un mundo donde las diferencias culturales y religiosas a menudo se convierten en fuentes de conflicto, el Papa subrayó la importancia de ser “generosos, fervorosos en la celebración de los sacramentos” y dedicarse a la comunidad sin distinción.
Este consejo se revela crucial en un contexto donde el individualismo y la búsqueda de poder personal prevalecen sobre el bien común. León XIV instó a los nuevos sacerdotes a “donar su tiempo y energías a todos, sin escatimarse”. En tiempos de crisis, este espíritu altruista puede ser un faro de esperanza para aquellos que buscan un propósito mayor en sus vidas.
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Un mensaje que trasciende fronteras
A medida que el mensaje del Papa resuena en el ámbito religioso, es vital reconocer su aplicabilidad más allá de la Iglesia. La invitación a la unidad, al amor y al compromiso en la búsqueda de la paz es un llamado que todos, independientemente de nuestras creencias, deberíamos considerar. En un mundo cada vez más segmentado, la posibilidad de construir puentes en lugar de muros es más relevante que nunca.
En este sentido, el Papa León XIV nos recuerda que, en medio de las adversidades, siempre hay un camino hacia adelante, y es a través de la unidad y la comprensión mutua que podemos realmente transformar nuestro entorno. La tarea no es fácil, pero el compromiso con el amor y la paz es un primer paso necesario para enfrentar los “terribles conflictos” que nos rodean.
