La trampa de la reelección indefinida
Por Carlos López · 30 Jun 2025 – 11:56 AM -03 Ver perfil
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Un paso atrás en la consolidación democrática
La reciente aprobación de una nueva ley en la provincia de Buenos Aires, impulsada por el oficialismo del gobernador Axel Kicillof, plantea un retroceso significativo en términos de la alternancia democrática. Este cambio normativo no solo afecta a los políticos en ejercicio, sino que repercute en la confianza de la ciudadanía hacia sus representantes, dejando en evidencia las dinámicas del poder que se instauran en el ámbito político provincial.
El contexto de la reforma
En 2016, el ámbito político argentino vivió un momento crucial con la sanción de una ley que limitaba las reelecciones indefinidas de diversas autoridades locales. Este hito, que se enmarcó dentro de una demanda social por mayor transparencia y renovación, fue impulsado por el entonces bloque de senadores de Cambiemos, una fuerza que se comprometió a romper con las viejas prácticas de perpetuación en el poder. La norma fue un claro mensaje de que la democracia no puede ser un juego de privilegios, sino que debe estar orientada hacia la representación efectiva de los ciudadanos.
No es casual que el kirchnerismo, que históricamente ha defendido la perpetuación de sus líderes en el poder, ahora busque revertir una ley que les resultó adversa. La decisión de reinstaurar las reelecciones indefinidas parece estar motivada por la necesidad de consolidar un poder que, en ocasiones, se siente amenazado ante la posibilidad de una alternancia real. Esto refleja una visión del poder que privilegia el control sobre la participación y el cambio.
Entre las razones que suelen aducir los proponentes de esta reforma se encuentran:
- La supuesta necesidad de la continuidad en la gestión para lograr mayores avances en políticas públicas.
- La idea de que los líderes experimentados son fundamentales para enfrentar los desafíos complejos que atraviesan las provincias.
Sin embargo, estas razones no son suficientes para justificar un retroceso en un principio democrático tan básico como es la limitación de mandatos. Es fundamental recordar que la alternancia no solo aporta frescura a la política, sino que también permite una mayor respuesta a las demandas de la sociedad.
Impacto en la percepción ciudadana
La decisión de eliminar restricciones a la reelección indefinida puede generar una percepción negativa entre los ciudadanos, quienes ven cómo se desmantelan las normas que buscaban garantizar un sentido de renovación. En un contexto donde la desconfianza hacia la clase política crece, este movimiento solo contribuye a agravar la situación. Los votantes pueden interpretar este cambio como un intento de perpetuarse en el poder, lo que podría resultar en una mayor apatía electoral y un debilitamiento de la participación ciudadana.
Es vital recordar que el compromiso con la democracia va más allá de los discursos: implica actuar en consecuencia y respetar los límites que la propia sociedad estableció para evitar la concentración de poder.
La lucha por la igualdad y la representación
En este panorama, es crucial que la sociedad civil se movilice para defender los principios democráticos que se han conquistado con tanto esfuerzo. La alternancia y la limitación de mandatos son herramientas esenciales para garantizar que el poder no se convierta en un bien económico o patrimonial. La historia nos ha demostrado que cuando las instituciones se debilitan y las normas se desdibujan, el camino hacia la autoritarismo se vuelve cada vez más corto.
Las voces disidentes y las manifestaciones de la ciudadanía son fundamentales no solo para frenar esta reforma, sino para establecer un diálogo que permita crear un sistema político más justo y representativo. La defensa de la democracia implica un compromiso constante que trasciende las elecciones, y es tarea de todos asegurarse de que los derechos y las libertades no sean vulnerados.