Felipe de Edimburgo, un romance prohibido, una revuelta y una escapada a Mar del Plata
Un episodio histórico en la ciudad balnearia
Durante su fugaz paso por la ciudad, el Príncipe Felipe de Grecia y Dinamarca y Duque de Edimburgo revolucionó a Mar del Plata con su simpatía y carisma. Este evento, ocurrido a mediados de la década de 1950, dejó una huella imborrable en la memoria de los marplatenses que tuvieron la oportunidad de conocerlo. La visita no solo desató un frenesí en la población, sino que también dio pie a un romance prohibido que capturó la atención de los medios de la época.
Un romance que desafió las normas
Mientras disfrutaba de la calidez del verano marplatense, el Príncipe Felipe entabló una relación con una joven de la alta sociedad local, lo que generó revuelo entre las élites de la ciudad. Este amorío, considerado escandaloso en su momento, desató una serie de rumores y especulaciones que llegaron incluso a los oídos de la realeza británica. Sin embargo, la conexión entre ambos fue efímera, ya que las exigencias de la familia real llevaron al príncipe a regresar a su vida de obligaciones.
La escapada perfecta
A pesar de la controversia, el paso del Príncipe Felipe por Mar del Plata se recuerda como una escapada mágica. Su presencia atrajo a numerosos turistas y curiosos, que esperaban un vistazo al noble. La ciudad, conocida por sus playas y su vibrante vida nocturna, se convirtió en el escenario de este episodio histórico que amalgamó el glamour y el amor en un contexto de revueltas sociales. Sin duda, una historia que perdurará en el tiempo.