En medio del cierre de listas en la Provincia, crece la desconfianza en el “Triángulo de hierro”
Por Juan Pérez · 18 Jul 2025 – 11:12 AM -03 Ver perfil
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Desconfianza creciente en el entramado del poder provincial
En un contexto marcado por el cierre de listas en la Provincia, la atmósfera se enrarece en torno al denominado “Triángulo de hierro”. Este fenómeno, que involucra a figuras clave como Karina Milei, Martín Menem y Santiago Caputo, está generando tensiones que podrían afectar la estabilidad política del reciente gobierno. A medida que se revelan escándalos como el de la licitación del Banco Nación, la desconfianza se hace palpable entre los distintos actores del oficialismo.
Las revelaciones que sacuden el tablero político
La noticia sobre la licitación multimillonaria que benefició a la empresa de seguridad de Martín Menem, publicada por el periodista Nicolás Wiñazki, ha sido un verdadero terremoto en la política local. Este descubrimiento, oficializado a través del Boletín Oficial, no solo pone en jaque la transparencia del proceso, sino que también revela las conexiones familiares y políticas que predominan en la gestión de Javier Milei.
Algunos funcionarios del gabinete han comenzado a ver este caso como un nuevo episodio de “fuego amigo”, donde las disputas internas ponen en riesgo la cohesión del gobierno. La estrategia de los Menem y su influencia sobre Karina Milei son ahora objeto de análisis en la Casa Rosada, donde se teme que la presidenta de La Libertad Avanza se quede con la mayor parte de las candidaturas en la Provincia, como ya ocurrió en la Ciudad. Esta dinámica genera una atmósfera de desconfianza en el entorno político.
El entramado familiar y político en la mira
El papel de los Menem en esta trama es central. Eduardo “Lule” Menem, primo del presidente de Diputados, actúa como uno de los principales armadores políticos de Karina Milei. Esta cercanía familiar plantea interrogantes sobre la ética de las decisiones políticas que se toman en el corazón del poder. A medida que se avecinan las elecciones, la pregunta sobre si se priorizarán los intereses familiares o los del electorado cobra relevancia.
La situación se complica aún más cuando se considera que en el entorno de Caputo se desmiente cualquier vínculo con las denuncias. Un asesor cercano ha afirmado que la información sobre la licitación es de acceso público y que la trascendencia del escándalo no debería ser utilizada como un arma política en medio de la contienda electoral.
Las tensiones en la previa electoral
El clima de incertidumbre no solo afecta a los protagonistas de la política provincial, sino que también repercute en el electorado. La desconfianza hacia el “Triángulo de hierro” se siente en la sociedad, que observa con preocupación cómo se desdibujan los límites entre lo privado y lo público. A medida que se acerca el cierre de listas, las expectativas de los ciudadanos sobre la transparencia y la ética en la política son cada vez más altas.
Las fuerzas políticas que se enmarcan en la figura de Caputo, conocidas como “Las fuerzas del cielo”, enfrentan un desafío considerable. A pesar de que sus representantes intentan distanciarse de las acusaciones, el eco de la desconfianza se hace resonante en cada rincón de la Provincia. La negativa a participar en un juego de acusaciones, según algunos miembros del equipo de Caputo, sugiere un intento de mantener la integridad en medio de la tormenta política.
La mirada hacia el futuro: ¿Reformas o más de lo mismo?
La desconfianza instalada en el “Triángulo de hierro” plantea serias interrogantes sobre el futuro del gobierno de Javier Milei. La continuidad de su administración dependerá en gran medida de cómo maneje estas tensiones internas y de su capacidad para presentar un frente unido ante la ciudadanía. Con las elecciones a la vuelta de la esquina, la necesidad de reformas profundas parece más urgente que nunca.
Sin embargo, la historia reciente sugiere que los cambios significativos no son fáciles de implementar, especialmente en un entorno donde los intereses personales y familiares parecen prevalecer. La sociedad observa, espera y, lo más importante, juzga. La pregunta que queda en el aire es si el actual gobierno podrá superar estas crisis y ofrecer la transparencia y el cambio que tanto se anhela.