El cierre de LLA y el PRO: la jugada con un ex policía en la tercera sección y dos intendentes al tope de las boletas
Por Juan Pérez · 19 Jul 2025 – 09:30 PM -03 Ver perfil
Foto: Associated Press | © 2025 InfoNow Noticias
La estrategia detrás de las boletas: un ex policía y el reordenamiento del PRO
En un escenario político cada vez más tenso, el cierre de la Alianza Libertad Avanza (LLA) y el PRO ha dejado al descubierto movimientos audaces de sus líderes. La figura central en esta jugada es el comisario retirado de la Policía Bonaerense, Maximiliano Bondarenko, quien se alza como candidato en la tercera sección electoral, un bastión del peronismo. Esta estrategia no solo afecta a los partidos involucrados, sino que también marca un punto de inflexión en el electorado bonaerense, donde el oficialismo enfrenta un desafío inesperado.
El contexto del cierre de alianzas
El cierre de candidaturas es, por naturaleza, un momento crítico en la política argentina. En este caso, la LLA, bajo la dirección de Karina Milei, hermana del presidente, ha visto consolidar su poder en la capital, mientras que el PRO busca posicionarse en territorios complejos como la tercera sección electoral. Este contexto sugiere un intento de reconfiguración de alianzas y liderazgos que podrían influir en el resultado de las próximas elecciones.
El liderazgo de Cristian Ritondo en el PRO se ha visto desafiado por la disidencia de varios intendentes. A pesar de la presión y los desacuerdos, se percibe una conformidad relativa entre la cúpula del partido, lo que evidencia la complejidad de mantener la cohesión en momentos de incertidumbre.
La candidatura de Bondarenko: ¿un movimiento estratégico?
La elección de Maximiliano Bondarenko como candidato en la tercera sección es, sin lugar a dudas, un paso calculado. Con un trasfondo policial y una experiencia previa como concejal en Florencio Varela, Bondarenko aporta una imagen de seguridad y autoridad que puede resonar en el electorado. Además, su vínculo con la fuerza de seguridad puede ser un atractivo en un contexto donde la inseguridad es una de las preocupaciones más notables de la ciudadanía.
Este tipo de elecciones no solo se trata de nombres. La cúpula del PRO ha decidido apostar por figuras que puedan romper con la tradicional narrativa peronista, buscando resonar con un electorado cansado de las promesas incumplidas y la falta de medidas efectivas en temas de seguridad. La estrategia parece ser clara: posicionar a un candidato que represente un cambio, pero cuya historia personal no se aleje demasiado de las bases del electorado.
Los acompañantes en la boleta: un respaldo diverso
En la boleta que acompañará a Bondarenko, se encuentran figuras como Maru Sotolano, una diputada nacional vinculada estrechamente a Jorge Macri. Su presencia en el segundo lugar de la lista sugiere un intento de combinar experiencias y estilos, ofreciendo a los votantes una opción más variada. Sotolano, con su trayectoria en la Cámara de Diputados, aporta un conocimiento legislativo que puede ser fundamental en la construcción de un discurso sólido frente a competidores más experimentados en la política bonaerense.
Además, la inclusión de un representante de las Fuerzas del Cielo en la boleta, aunque aún no definido, refleja un intento de atraer a un electorado más amplio que trascienda las fronteras del PRO y LLA. Este movimiento, si bien arriesgado, puede atraer a aquellos que buscan alternativas en un contexto donde el bipartidismo tradicional parece desgastado.
Desafíos y oportunidades en la tercera sección electoral
El desafío que enfrenta el PRO en la tercera sección electoral es monumental. Esta región ha sido un bastión del peronismo por años, y las expectativas de una victoria del oficialismo siguen siendo altas. Sin embargo, el clima político se siente diferente. La desilusión con la administración actual y la búsqueda de nuevas propuestas podrían abrir una ventana de oportunidad para los partidos opositores.
Las estrategias, como la elección de Bondarenko, apuntan a capitalizar el descontento social. Este sentimiento se ha intensificado en los últimos años, especialmente en áreas donde la inseguridad y la falta de respuestas efectivas por parte de los gobiernos han marcado la tónica. Además, la llegada de nuevos votantes y la movilización de sectores que anteriormente se sentían desilusionados podrían definir el rumbo de esta elección.
En conclusión, el cierre de la LLA y el PRO, con el respaldo de un ex policía y dos figuras relevantes al tope de las boletas, es un ejemplo palpable de cómo se están reconfigurando las dinámicas políticas en la provincia de Buenos Aires. Este proceso no solo desafía las narrativas tradicionales, sino que también abre un abanico de posibilidades que los partidos deberán explorar si quieren tener éxito en un entorno electoral cada vez más competitivo.