Mickaël Correia: La investigación que revela cómo se encubre el desastre climático
Por Ana Martínez · 23 Jul 2025 – 08:38 AM -03 Ver perfil
Crédito: UPI – Imagen exclusiva | © 2025 InfoNow Noticias
Las sombras del capitalismo fósil: acoso y encubrimiento en la crisis climática
El mundo se enfrenta a un momento crítico en su historia: el colapso ecológico y social es inminente, y los culpables son claros. En este contexto, el periodista francés Mickaël Correia arroja luz sobre las grandes corporaciones que, con el respaldo de los estados, perpetúan la destrucción del medio ambiente. Su libro, Criminales climáticos, Las multinacionales que arrasan el planeta, revela cómo estos gigantes económicos operan en la más absoluta impunidad, afectando no solo al medio ambiente, sino también a las generaciones futuras.
Las corporaciones y su juego sucio
En su exhaustiva investigación, Correia se adentra en los informes públicos de empresas como Saudi Aramco, Gazprom y TotalEnergies, desenterrando un patrón de conducta que evidencia un encubrimiento sistemático de la crisis climática. A través de su análisis, se percibe que el verdadero obstáculo para la acción climática no radica en la falta de información, sino en el respaldo que estas entidades reciben de gobiernos que, en lugar de enfrentarlas, prefieren proteger sus intereses económicos.
Entre los hallazgos más impactantes, se encuentran:
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- Saudi Aramco: Primera empresa del mundo en emisiones de gases de efecto invernadero.
- Gazprom: Responsable de aproximadamente el 15% de las emisiones globales de metano.
- TotalEnergies: Anuncio de expansión de proyectos en áreas críticas, como la Amazonía, a pesar de compromisos públicos de sostenibilidad.
El papel de los estados: cómplices silenciosos
Lo que hace que la situación sea aún más alarmante es el papel de los estados, que actúan como cómplices al blanquear las acciones de estas corporaciones. Según Correia, las políticas públicas están diseñadas para proteger los intereses de estas empresas. El greenwashing, una estrategia que permite a las multinacionales presentarse como responsables ambientalmente mientras continúan contaminando, es un ejemplo claro de esta complicidad. Los discursos de líderes políticos y las legislaciones laxas favorecen un sistema que prioriza el beneficio económico sobre la sustentabilidad.
En este sentido, la interrelación entre el capital y el poder político genera un caldo de cultivo para el desastre. Por ejemplo, en Argentina, la debilidad institucional y la falta de regulaciones efectivas permiten que las empresas petroleras continúen con sus prácticas depredadoras, afectando no solo el entorno natural, sino también la salud de las comunidades. La reciente aprobación de proyectos de extracción en zonas sensibles ha generado protestas, pero la respuesta gubernamental ha sido tibia, incluso en un año marcado por la creciente preocupación climática a nivel mundial.
El mito del consumidor responsable
Una de las narrativas más insidiosas que Correia desafía es la idea de que la responsabilidad por la crisis climática recae en el consumidor individual. Este relato, que ha ganado fuerza en los últimos años, desvía la atención de los verdaderos culpables: las grandes empresas que, con su producción masiva y contaminante, son las que verdaderamente impactan el cambio climático. Este enfoque ha llevado a importantes distracciones en el discurso público y a una falta de acción significativa frente a los verdaderos responsables.
El autor enfatiza que, mientras el consumidor es instado a tomar decisiones “verdes”, las multinacionales continúan expandiendo sus operaciones sin restricciones. Por ejemplo, en el 2022, las emisiones de CO2 aumentaron en un 6% a nivel global, a pesar de los compromisos de varios países de reducir sus huellas de carbono. Es un testimonio del fracaso de un sistema que no solo permite, sino que potencia el status quo.
Un llamado a la acción
El trabajo de Mickaël Correia no solo es una denuncia; es un llamado a la acción. Su investigación nos confronta con una verdad innegable: el tiempo se agota, y es imprescindible actuar. Mientras las grandes corporaciones sigan operando con el respaldo de los estados, el futuro del planeta quedará en la cuerda floja. La pregunta que queda en el aire es: ¿cómo podemos romper este ciclo de complicidad entre el poder político y económico para forjar un futuro más sostenible?
La obra de Correia es un recordatorio de que, aunque la tarea es monumental, es posible generar un cambio. La clave está en la visibilidad, la educación y la movilización social. Ante la inacción de los gobiernos y la codicia de las multinacionales, es la responsabilidad colectiva la que marcará la diferencia.