Aprender a ser padre y madre: cómo es el arduo proceso de desarrollo
Por María Gómez · 22 Jun 2025 – 06:52 AM -03 Ver perfil
Imagen: Bloomberg | Archivo | © 2025 InfoNow Noticias
La travesía de convertirse en padres: un viaje de transformación personal
La llegada de un nuevo ser al mundo implica una serie de cambios que trascienden lo físico; es un fenómeno que transforma la vida de quienes se convierten en padres. Este proceso no solo afecta a la madre, sino que involucra a todo el núcleo familiar y, en ocasiones, a la sociedad en su conjunto. En esta travesía, los futuros padres deben aprender a adaptarse a un rol que, aunque biológicamente natural, se manifiesta como un reto emocional y social constante.
El impacto hormonal y cerebral durante el embarazo
Desde el instante en que se confirma un embarazo, el cuerpo de la mujer experimenta una serie de transformaciones que van más allá de lo físico. Un aspecto crucial de este proceso es el cambio hormonal, en particular el incremento de la hormona oxitocina, conocida como la “hormona del amor”. Este aumento no solo facilita el vínculo con el bebé, sino que también contribuye al desarrollo de redes neuronales en el cerebro materno, promoviendo la atención y la empatía necesarias para cuidar de un recién nacido.
Estudios recientes han demostrado que durante el embarazo, la actividad en regiones cerebrales asociadas a la emoción y la recompensa se intensifica, sugiriendo que las madres están biológicamente preparadas para establecer un lazo afectivo profundo con sus hijos. Es un proceso que no se limita al embarazo, ya que la paternidad también está marcada por cambios significativos, aunque a menudo menos estudiados.
© MCT – 2025 | © 2025 InfoNow Noticias
La figura del padre en el proceso de crianza
Si bien tradicionalmente se ha asociado el rol de crianza con la figura materna, la presencia activa del padre es igualmente crucial. A medida que las dinámicas familiares evolucionan, se observa un aumento en la participación de los padres en la crianza, lo que repercute positivamente en el desarrollo del niño. Esta implicación no solo abarca tareas prácticas, como el cuidado diario, sino que también se refleja en un apoyo emocional fundamental.
Hoy en día, es común que los padres tomen un papel más activo desde el embarazo, involucrándose en la preparación del hogar y en el seguimiento de la salud de la madre. Este cambio de paradigma puede verse como un reflejo de las dinámicas sociales contemporáneas, que fomentan la igualdad de género y el co-parenting.
Los desafíos emocionales y sociales de ser padres
Convertirse en padre o madre no está exento de desafíos. La presión social y cultural puede ser abrumadora, y muchos nuevos padres se enfrentan a sentimientos de ansiedad e inseguridad. La expectativa de ser un “padre perfecto” a menudo choca con la realidad de la crianza, que es caótica y, a menudo, desalentadora.
La vulnerabilidad emocional se convierte en un tema recurrente; el miedo a no ser suficiente para el niño y a no cumplir con las expectativas sociales puede generar un estrés significativo. Este fenómeno ha llevado a un aumento en la búsqueda de apoyo psicológico y de comunidades de padres, donde la conversación abierta sobre las dificultades puede ser de gran alivio.
Foto: Getty Images | © 2025 InfoNow Noticias
El aprendizaje continuo en la maternidad y paternidad
La evolución de los roles parentales no se detiene tras el nacimiento del niño. Convertirse en un buen padre o madre es un proceso de aprendizaje que dura toda la vida. Cada etapa de desarrollo del niño trae consigo nuevos retos y oportunidades para el crecimiento personal.
Mientras que en los primeros años la atención se centra en la alimentación y el cuidado físico, a medida que los niños crecen, los padres deben aprender a navegar situaciones más complejas que involucran la educación, la disciplina y el apoyo emocional en un mundo en constante cambio.
Las herramientas educativas y psicológicas disponibles hoy en día son vastas, pero lo más importante es que los padres se sientan empoderados para buscar ayuda y recursos. La crianza no es un camino solitario; es una travesía en la que se puede aprender de otros y, al mismo tiempo, compartir experiencias que enriquecen a todos los involucrados.