Diputada correntina pide disolver el Instituto Nacional de la Yerba Mate

0

Por Ana Martínez · 19 Jun 2025 – 02:06 PM -03 Ver perfil

Un cambio radical en la política yerbatera de Argentina La reciente propuesta de la diputada nacional de Corrientes, Sof... Descubre más sobre institucional,...

Imagen: AFP | Archivo | © 2025 InfoNow Noticias

Un cambio radical en la política yerbatera de Argentina

La reciente propuesta de la diputada nacional de Corrientes, Sofía Brambilla, ha encendido un debate crucial en el sector yerbatero argentino. Su proyecto para disolver el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) plantea un nuevo horizonte para los productores, especialmente aquellos de menor escala, que han estado bajo la tutela de esta entidad durante más de dos décadas. A medida que la tensión entre productores y la industria se intensifica, la pregunta es: ¿realmente se beneficiará el sector con esta desregulación?

Un organismo en la mira

El INYM, creado con la misión de proteger y promover la producción de yerba mate, ha sido objeto de críticas en los últimos años. Según Brambilla, la actuación del Instituto ha estado marcada por una “escasa capacidad de intervención eficaz” y una “ineficiencia administrativa” que ha generado inseguridad jurídica en el sector. Para muchos productores, esta crítica resuena con fuerza, ya que se sienten atrapados entre la burocracia estatal y las exigencias del mercado.

La propuesta de la diputada se alinea con la desregulación promovida por el Gobierno Nacional desde diciembre de 2023, lo que ha llevado a un cuestionamiento más amplio de la función de organismos tradicionales en la economía argentina. Con este contexto, surge una inquietante cuestión: ¿es realmente el INYM el responsable de la ineficiencia del sector, o son las políticas públicas en general las que han fallado?

La diputada Sofía Brambilla, en el Congreso.

Imagen: AFP | Archivo | © 2025 InfoNow Noticias

Una nueva administración en el horizonte

La iniciativa de Brambilla no solo busca disolver el INYM, sino también redirigir sus funciones a la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación. Esta medida implicaría que el nuevo organismo asuma “todas las obligaciones del Instituto hasta su efectiva liquidación”, además de la creación de un fondo destinado al sector. Este enfoque podría ofrecer una oportunidad para simplificar procesos y reducir costos, pero también plantea interrogantes sobre la capacidad del nuevo organismo para gestionar adecuadamente estos recursos.

  • Más de 20 años de historia del INYM.
  • Propuesta de un fondo para el sector yerbatero.
  • Desregulación solicitada por el sector industrial desde diciembre de 2023.

Se espera que la creación del Fondo de la Yerba Mate permita a los productores reclamar compensaciones por los años de “perjuicio” que han sufrido. Sin embargo, muchos se preguntan si la nueva administración realmente podrá ofrecer un cambio significativo o si solo se trata de un cambio de nombres en la burocracia.

Repercusiones en el sector productivo

La disolución de un organismo como el INYM afecta a una población considerable de productores de yerba mate. La yerba mate no es solo un producto; es una tradición cultural que sostiene a muchas familias en Misiones y Corrientes. Estos pequeños y medianos productores temen que la falta de regulación y apoyo institucional pueda llevar a la concentración de poder en manos de grandes empresas, poniendo en riesgo su sustento y su forma de vida.

Algunos voceros del sector han expresado su inquietud sobre cómo la desregulación podría resultar en una mayor precarización del trabajo. Si bien la propuesta de Brambilla busca ofrecer un alivio administrativo, la realidad es que muchos productores no ven con buenos ojos un futuro donde las condiciones de mercado se vuelvan aún más volátiles.

¿Hacia un futuro incierto?

La discusión sobre el futuro del INYM es un reflejo de las tensiones más amplias en la política agrícola de Argentina. En tiempos de desafíos económicos y de búsqueda de nuevas estrategias de desarrollo, la pregunta sobre cómo sostener y fortalecer a los pequeños productores es más relevante que nunca. La propuesta de Sofía Brambilla abre la puerta a una serie de cambios que podrían transformar el sector, pero también corre el riesgo de desestabilizar un sistema que, pese a sus imperfecciones, ha sostenido a miles de familias durante años.

Como en toda transformación, el equilibrio entre la protección de los pequeños productores y la iniciativa privada será clave para alcanzar una solución sostenible. La historia del INYM es, en muchos sentidos, un reflejo de la lucha por la justicia social en el ámbito agrícola argentino. En este nuevo camino que se propone, es esencial que se mantenga el enfoque en las personas y en la cultura de la yerba mate, un elemento central en la identidad argentina.

Autor

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *