Duro reclamo de un gobernador al Gobierno por el abandono de las rutas: “Hay que salvar vidas”
Por Ana Martínez · 04 Jul 2025 – 02:15 PM -03 Ver perfil
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La urgencia de un gobernador ante la crisis vial en el norte argentino
El estado de las rutas nacionales en el norte argentino ha llevado a un reclamo contundente del gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, quien este viernes exigió al Gobierno nacional la atención inmediata a la infraestructura vial deteriorada. Esta situación no solo afecta a los usuarios de las carreteras, sino que pone en riesgo la seguridad y el bienestar de todos los habitantes de la región.
En un contexto en el que los mandatarios provinciales están impulsando un proyecto de ley para solicitar fondos de ATN e Impuestos al Combustible, la voz de Sáenz resuena con fuerza, reflejando el descontento por el abandono que sufren las rutas en la región. Las declaraciones del gobernador destacan la urgencia y la necesidad de un enfoque más equitativo hacia el desarrollo de la infraestructura en el país.
La realidad de las rutas en el norte argentino
Las rutas nacionales que atraviesan el norte argentino, en particular en la provincia de Salta, presentan un estado de deterioro alarmante. Este problema no es nuevo, pero ha cobrado más relevancia en el contexto actual, donde la seguridad vial se convierte en un asunto de primer orden. Gustavo Sáenz, en sus declaraciones, enfatizó que “en las rutas también se salvan vidas cuando están en condiciones”, haciendo eco de una preocupación que trasciende lo político.
- Más de 500 km de rutas en estado crítico en la provincia.
- Incremento de accidentes viales en un 30% en los últimos dos años.
- Obras paralizadas que deberían haber comenzado hace más de 5 años.
Esta situación no solo se traduce en un aumento de accidentes y muertes, sino que también afecta la conectividad de las comunidades, limitando el acceso a servicios esenciales como la salud y la educación. En un país donde la geografía a menudo juega una mala pasada, las rutas deben ser una prioridad.
La responsabilidad del Gobierno nacional
Uno de los puntos más álgidos en las declaraciones de Sáenz fue la clara separación de responsabilidades entre las distintas esferas de gobierno. “Esas obras no están en condiciones y no son de la provincia, son de la nación. No pueden seguir mirando para otro lado”, subrayó el gobernador, aludiendo a la falta de acción del Gobierno central frente a un problema que les compete directamente.
En un momento en que el debate sobre la posible disolución de Vialidad Nacional genera incertidumbre, el reclamo de Sáenz se convierte en un grito de alerta. La infraestructura no debería ser un tema relegado a los vaivenes de la política. Las vidas humanas, la seguridad y el desarrollo de las comunidades no pueden ser meros números en un presupuesto.
La mirada federal y la lucha por la equidad
El gobernador también se refirió a la falta de mirada federal en la infraestructura vial, un tema que resuena con fuerza en el norte del país. “No puede ser que sigamos relegados por el solo hecho de vivir en el norte”, afirmó, evidenciando una realidad que ha sido históricamente ignorada por el Gobierno central.
La desigualdad en la distribución de recursos para obras viales no solo afecta la seguridad en las carreteras, sino que también perpetúa un ciclo de marginación y abandono. La inequidad geográfica en el acceso a infraestructura de calidad se convierte en un factor que perpetúa la pobreza y limita las oportunidades de desarrollo.
La voz de los ciudadanos y el papel de los mandatarios
El reclamo de Gustavo Sáenz es, en última instancia, la voz de miles de ciudadanos que diariamente enfrentan las peligrosas condiciones de las rutas. La comunidad debe ser parte activa en la discusión sobre la infraestructura que les afecta, y los mandatarios tienen la responsabilidad de ser el puente entre las necesidades de los ciudadanos y el Gobierno central.
En este sentido, el apoyo de los ciudadanos es crucial. La presión social puede ser un motor de cambio, y es fundamental que el reclamo por rutas seguras y dignas no se apague en la rutina política. “Hay que salvar vidas”, concluyó Sáenz, y en esa frase reside la esencia de un problema que merece atención urgente y acción decidida.