Eduardo Levy Yeyati: “La principal fuente de aversión al riesgo es que en 2017 salió todo bien, pero duró poco”
Oportunidades y riesgos en el horizonte económico argentino
El economista Eduardo Levy Yeyati se presenta como una voz autorizada en el análisis de la economía argentina, un país que navega entre las promesas de crecimiento y los fantasmas de la inestabilidad. En sus recientes declaraciones, subraya que la recuperación económica de 2017 generó expectativas que, aunque iniciales, se desvanecieron con rapidez. Esta realidad ha moldeado una percepción de riesgo que los inversores deben considerar cuidadosamente.
El contexto de la aversión al riesgo
La experiencia de 2017 marcó un hito en la historia económica argentina, pero tal como sostiene Levy Yeyati, esa “feliz coincidencia” fue efímera. Los inversores, que vieron un resurgimiento en la confianza, ahora enfrentan un entorno donde la incertidumbre reina de nuevo. Este cambio de paradigma resalta la fragilidad de los avances previos, una lección que no debe pasarse por alto.
- El llamado “costo argentino” sigue siendo un factor determinante en la toma de decisiones de inversión.
- El gobierno ha iniciado esfuerzos para reducir regulaciones, lo cual podría, a mediano plazo, mejorar la competitividad.
- La memoria de la crisis y sus repercusiones en el mercado aún pesan sobre los inversores.
Perspectivas de inversión y competitividad
En medio de estas dificultades, Levy Yeyati identifica un panorama diverso de oportunidades. La clave, según él, radica en el esfuerzo genuino del Gobierno por implementar políticas que favorezcan un entorno más propicio para la inversión. Sin embargo, esto debe ir acompañado de un compromiso sostenido para eliminar las distorsiones que han caracterizado la economía argentina en las últimas décadas.
“El esfuerzo real por reducir el costo argentino es el primer paso hacia un futuro más competitivo”, sostiene Levy Yeyati.
El desafío, por lo tanto, radica no solo en atraer capital, sino en construir la confianza necesaria para que ese capital florezca. Sin un compromiso firme de estabilidad y transparencia, cualquier avance será, en última instancia, frágil.