El día que Argentina reconoció a sus científicas: La creación del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) (9 de junio)
El día que Argentina reconoció a sus científicas: La creación del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) (9 de junio)

Un hito en la ciencia argentina
El 9 de junio de 1958 marcó un antes y un después en el ámbito científico de Argentina con la promulgación de la ley que estableció el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Este organismo se creó con el objetivo de promover y coordinar la investigación científica y tecnológica en el país, un paso fundamental para el avance del conocimiento y el desarrollo de políticas científicas que respondan a las necesidades del país. Hasta ese momento, la ciencia en Argentina estaba fragmentada y carecía de un respaldo institucional sólido.
El contexto político y social de la época fue clave para entender la creación del CONICET. En la década de 1950, Argentina atravesaba un período de cambios significativos en su estructura política y económica, lo que llevó a una mayor inversión en educación y ciencia. La necesidad de fomentar la investigación se volvió apremiante, ya que el país buscaba posicionarse en el ámbito internacional y aprovechar el potencial de sus científicos.

La ley que dio vida al CONICET no solo fue un avance en la ciencia, sino que también significó un reconocimiento de la importancia de la investigación como motor de desarrollo. En este sentido, se estableció un marco que permitía financiar proyectos y establecer vínculos con universidades y centros de investigación, lo cual sentó las bases para un crecimiento sostenido en el área.
Las científicas y su papel en el avance del conocimiento
Uno de los aspectos más significativos de la creación del CONICET fue su impacto en la inclusión de mujeres en la ciencia. Hasta entonces, las científicas argentinas enfrentaban numerosas barreras que limitaban su participación en la investigación. Sin embargo, con el establecimiento del CONICET, se comenzó a visibilizar su trabajo y a promover políticas que fomentaran su inclusión en proyectos científicos y académicos.

Figuras como Salvadora Medina Onrubia y Susana L. M. González fueron pioneras en este proceso. Medina Onrubia, una de las primeras mujeres en obtener un doctorado en Argentina, contribuyó significativamente al desarrollo de la investigación social y cultural. Por su parte, González, especialista en biología, fue un referente en la biología celular y contribuyó al avance de la ciencia en el país. Estas mujeres, entre muchas otras, no solo abrieron caminos para futuras generaciones, sino que también demostraron que la ciencia no tiene género.
La creación del CONICET permitió que más mujeres accedieran a becas, financiamiento y oportunidades de desarrollo profesional. Esta política inclusiva transformó la cara de la ciencia argentina, permitiendo que se desarrollaran nuevas líneas de investigación y se enriqueciera el conocimiento en diversas áreas. La promoción de científicas no solo diversificó el campo, sino que también aportó perspectivas innovadoras que enriquecieron el trabajo científico en el país.
El legado del CONICET en la actualidad
Desde su creación, el CONICET ha jugado un papel crucial en el desarrollo científico de Argentina. A través de sus más de 9.000 investigadores y más de 1.300 proyectos de investigación, se ha convertido en un referente en la investigación científica en Latinoamérica. Este organismo no solo ha logrado posicionar a Argentina en el mapa científico mundial, sino que también ha permitido la colaboración internacional y el intercambio de conocimientos con otras naciones.
Además, el CONICET ha sido fundamental en la formación de recursos humanos, contribuyendo a la creación de una masa crítica de científicos y científicas en el país. Gracias a sus programas de capacitación y financiamiento, hoy en día hay un número creciente de jóvenes investigadores que eligen la ciencia como su carrera profesional. Esta dinámica ha generado un ambiente propicio para la innovación y el desarrollo tecnológico, impulsando el crecimiento económico y social del país.
El legado del CONICET va más allá de la investigación científica. Su creación el 9 de junio es un símbolo de la importancia de la ciencia en la sociedad y del reconocimiento a las mujeres en la investigación. Este organismo sigue trabajando para garantizar que las futuras generaciones de científicas y científicos cuenten con las herramientas necesarias para continuar avanzando y contribuyendo al desarrollo de Argentina.