El día que Hulk Hogan fue “Thunderlips” en Rocky III y le rompió la clavícula a Sylvester Stallone
Por Ana Martínez · 24 Jul 2025 – 04:33 PM -03 Ver perfil
Crédito: AFP – Imagen exclusiva | © 2025 InfoNow Noticias
Un encuentro inesperado en la historia del cine y la lucha libre
El reciente fallecimiento de Hulk Hogan a la edad de 71 años ha reavivado la memoria de un icónico momento en la historia del cine y la lucha libre. En Rocky III, el famoso luchador se presentó como Thunderlips, un personaje que dejó una profunda huella en la cultura popular y que tuvo una relación inesperadamente complicada con el protagonista, Sylvester Stallone. La anécdota de cómo un accidente en el set llevó a la fractura de una clavícula se ha convertido en un símbolo de la imprevisibilidad del mundo del entretenimiento.
Un héroe de acción y un ícono de la lucha libre
La historia de Thunderlips es más que una simple aparición en una película; es la convergencia de dos mundos aparentemente opuestos. Por un lado, tenemos a Sylvester Stallone, un actor que definió el género de acción con su personaje de Rocky Balboa, un boxeador de clase trabajadora que lucha contra todo pronóstico. Por el otro, Hulk Hogan, el luchador que se convirtió en un fenómeno cultural en la década de 1980, conocido por su carisma y su capacidad de atraer multitudes. La combinación de estos dos titanes en el ring y en la pantalla hizo que el combate benéfico en la película se convirtiera en un espectáculo inolvidable.
Un accidente que se volvió parte de la leyenda
Durante el rodaje, una escena de lucha que prometía ser cómica tomó un giro inesperado. En palabras de Hogan, el accidente que resultó en la fractura de la clavícula de Stallone fue un evento desafortunado pero impactante. El luchador recordó en una entrevista con Joe Rogan cómo la energía de la escena, destinada a ser divertida, se tornó en algo serio. “Tengo que darle crédito a Sylvester Stallone. Aguantó todos los golpes, le rompí la clavícula por accidente. Fue increíble”, afirmó, resaltando la tenacidad del actor ante el infortunio.
Crédito: AFP – Imagen exclusiva | © 2025 InfoNow Noticias
El suceso no solo marcó el rodaje de la película, sino que también generó un cambio significativo en la carrera de Hogan. Tras aceptar la oferta de Stallone, su relación con la WWE se volvió tensa, resultando en su despido inicial por Vince McMahon, el magnate detrás de la lucha libre. Sin embargo, el éxito de Rocky III le abriría nuevas puertas en el mundo del entretenimiento.
Un legado compartido en el recuerdo de Stallone
La muerte de Hogan ha evocado una serie de recuerdos para Stallone, quien rindió homenaje a su compañero en las redes sociales. En su emotivo mensaje, escribió: “Tuve el placer de conocer a esta brillante personalidad y showman cuando tenía 26 años. Fue absolutamente maravilloso y su increíble habilidad hizo que Rocky tres fuera increíblemente especial. Mi corazón se rompe. Creo que se ha ido…” Este reconocimiento no solo subraya la camaradería entre ambos actores, sino que también refleja el impacto duradero que tuvieron en la cultura popular.
Foto: ITAR-TASS | © 2025 InfoNow Noticias
Impacto cultural y legado perdurable
El personaje de Thunderlips no solo es recordado por su papel en Rocky III; también representa un momento crucial en la fusión de la lucha libre con el cine. A lo largo de las décadas, esta interacción ha evolucionado, pero el impacto de figuras como Hogan y Stallone sigue siendo relevante. La manera en que ambos lograron capturar la atención del público reside en su habilidad para contar historias que trascienden la simple acción, tocando temas como la perseverancia y la amistad.
En un contexto más amplio, el legado de Hulk Hogan como Thunderlips es un testimonio de la cultura pop de los años 80, una época en la que la lucha libre se entrelazó con el cine de acción para crear fenómenos que perduran en la memoria colectiva. La historia de su accidente y la consiguiente ruptura de la clavícula de Stallone es un recordatorio de que, en el set de filmación y en la vida, a veces los accidentes pueden conducir a resultados inesperados y, en ocasiones, incluso a la grandeza.