El radicalismo denunció que vandalizaron siete comités en dos días, tras confirmarse la condena de Cristina Kirchner

Por Carlos López · 18 Jun 2025 – 09:11 PM -03 Ver perfil

La escalada de la violencia política en tiempos de crisis judicial

La reciente condena a Cristina Kirchner ha desatado una ola de reacciones en el ámbito político argentino, reflejada en actos de vandalismo que afectan a la Unión Cívica Radical (UCR). En un lapso de tan solo dos días, siete de sus comités han sido blanco de ataques, lo que evidencia un clima de intolerancia que amenaza la convivencia democrática en el país.

Un contexto tenso y complicado

La condena a Cristina Kirchner por corrupción no solo ha tenido repercusiones judiciales, sino que también ha intensificado las tensiones políticas en Argentina. La UCR ha manifestado su “más enérgico repudio” a los recientes actos vandálicos, que incluyen pintadas y destrozos en las sedes de su partido. Este tipo de ataques puede interpretarse como una reacción extremista de ciertos sectores sociales que se sienten afectados por la situación política actual.

Las sedes afectadas se distribuyen de la siguiente manera:

Cinco en La Plata
Una en Mendoza (Guaymallén)
Una en el barrio de Flores, en la Ciudad de Buenos Aires

El presidente del partido y senador, Martín Lousteau, ya había estado en el centro de un escrache en su oficina en meses anteriores, lo que pone de manifiesto un patrón preocupante de agresiones que atenta contra la integridad de los espacios de debate político.

Un llamado a la convivencia y el respeto

El comunicado emitido por la UCR apela a la necesidad de recuperar el diálogo y la paz en un entorno cada vez más polarizado. La situación actual invita a la reflexión sobre el papel de los partidos políticos en la construcción de un marco de entendimiento que evite que la violencia se instale como método de expresión.

La UCR ha hecho un llamado urgente a las autoridades para esclarecer los ataques y a todos los actores políticos para que, en lugar de intensificar los conflictos, se enfoquen en construir consensos que beneficien a la sociedad en su conjunto. La situación es crítica y los incidentes de vandalismo solo son una manifestación de un descontento que se ha acumulado y que necesita ser abordado con seriedad.

Reflexiones y repercusiones futuras

Más allá de los hechos puntuales de vandalismo, el clima de tensión actual abre una conversación más amplia sobre la calidad de la democracia en Argentina. La polarización y los ataques no son solo un problema de una facción política, sino que son un síntoma de un malestar más profundo que debe ser atendido de manera colectiva. La democracia se nutre del respeto y el diálogo, y cualquier acto que busque debilitar estos fundamentos es un llamado a la acción para todos los ciudadanos.

Al final, la condena a Cristina Kirchner y los actos de vandalismo contra la UCR son recordatorios de que la política argentina vive momentos de redefinición. Un entorno que incentive el respeto y el diálogo podría ser clave para encauzar la actual crisis hacia una resolución pacífica y constructiva.