“Es su opinión”: el Gobierno intentó bajarle el tono a los polémicos dichos del embajador propuesto por Trump y negó que vaya a interferir en la relación con China
Por Carlos López · 24 Jul 2025 – 01:11 PM -03 Ver perfil
Foto: Efe | © 2025 InfoNow Noticias
Un embajador polémico y la respuesta del Gobierno argentino
La reciente controversia desatada por las declaraciones de Peter Lamelas, el embajador designado por Donald Trump para Argentina, ha generado un intenso debate en el ámbito político y diplomático. Lamelas, al criticar la influencia de China en la región, ha puesto en evidencia las tensiones existentes entre Estados Unidos y la potencia asiática, lo que podría tener repercusiones significativas en la política exterior de Argentina.
Las declaraciones de Lamelas: un llamado a la controversia
Las afirmaciones de Lamelas han sido contundentes. En su discurso, el embajador propuesto denunció que China y otras potencias ejercen “una influencia maligna en la región”, sugiriendo que las provincias argentinas, al negociar de forma independiente con la nación asiática, podrían estar favoreciendo la corrupción. Esta aseveración no solo ha provocado un fuerte rechazo inmediato por parte de varios gobernadores y de la oposición, sino que también ha sido objeto de respuesta por parte del propio Gobierno argentino.
Axel Kicillof, gobernador de la provincia de Buenos Aires, y Cristina Kirchner, actual vicepresidenta, se unieron en su crítica a Lamelas, dejando de lado sus diferencias en un contexto político enrarecido por el reciente cierre de listas del Partido Justicialista. Este raro momento de unidad evidencia la gravedad de la situación y la sensibilidad de la opinión pública respecto a la relación con China.
El Gobierno argentino y su respuesta diplomática
En respuesta a la controversia, el Gobierno de Javier Milei ha tomado medidas para mostrar una postura de distanciamiento con las declaraciones de Lamelas. El vocero Manuel Adorni fue el encargado de aclarar que el embajador designado no representa oficialmente la postura del Gobierno argentino y que estas opiniones no afectarán la relación bilateral con China.
El contexto político actual es crucial. Desde la asunción de Milei en la Casa Rosada, su administración ha mostrado esfuerzos para mantener una relación más equilibrada y menos sujeta a la influencia de Estados Unidos, especialmente en un escenario donde la alianza con China se presenta como fundamental para el desarrollo económico y la inversión en infraestructuras en el país.
Impacto en la política exterior argentina
Las palabras de Lamelas han puesto en jaque la política exterior argentina, al poner en evidencia la tensión entre las potencias. En este sentido, la administración actual se encuentra en una encrucijada. Por un lado, debe reafirmar su relación con Estados Unidos, un socio tradicional, pero al mismo tiempo, no puede descuidar la colaboración estratégica con China, que se ha convertido en un actor clave en la región.
- Inversiones de China en Argentina: en 2022, las inversiones chinas superaron los 7.000 millones de dólares.
- Proyectos en infraestructura: más de 10.000 km de ferrocarriles en planes de modernización y expansión.
El desafío radica en equilibrar estas relaciones sin que ninguna de las partes sienta que sus intereses están siendo comprometidos. La política exterior de Argentina debe, por tanto, navegar estas aguas turbulentas con astucia y diplomacia, evitando que las declaraciones aisladas de un embajador provoquen crisis innecesarias.
Un futuro incierto y el papel de la diplomacia
La situación creada por las declaraciones de Lamelas resalta la importancia de la diplomacia en un mundo donde las relaciones internacionales son cada vez más complejas. Argentina, al ser un país en desarrollo, debe posicionarse inteligentemente en el escenario global, maximizando sus beneficios y minimizando sus riesgos. Es crucial que el Gobierno actúe con firmeza y claridad para evitar que las opiniones personales de un embajador influyan en decisiones que afectan a toda una nación.
La estrategia a seguir debe centrarse en consolidar la relación con China, mientras que se gestiona la expectativa de Estados Unidos. La diplomacia argentina deberá ser activa y proactiva, buscando crear un espacio donde se respete la soberanía nacional y se fomente un diálogo constructivo con ambas potencias. En este sentido, el futuro de la política exterior argentina dependerá de la habilidad de sus líderes para navegar estos desafíos, asegurando que la voz del país se escuche con claridad y respeto en el complejo entramado de la política internacional.