Escándalo en Francia: alquilaron Disneyland París para una falsa boda entre una nena ucraniana y un acusado de pedofilia
Por María Gómez · 24 Jun 2025 – 04:41 PM -03 Ver perfil
Crédito: Alamy – Imagen exclusiva | © 2025 InfoNow Noticias
La grotesca realidad detrás de una celebración insólita en Disneyland París
En un insólito y perturbador episodio, Disneyland París se vio envuelto en un escándalo que combina la explotación infantil con la criminalidad. Un evento que aparentaba ser una celebración de amor se convirtió en el escenario de un acto de repulsiva manipulación, donde una niña de 9 años, originaria de Ucrania, fue presentada como novia de un hombre de 40 años, conocido por su historial de abusos sexuales. Este oscuro episodio pone de relieve no solo la vulnerabilidad de los menores en situaciones de explotación, sino también la necesidad urgente de vigilancia en espacios que deberían ser sagrados para la familia y la inocencia.
Una boda ideada en las sombras
El evento, que fue privatizado para la ocasión, se desarrolló con la creación de un escenario ficticio. Lo que se presentaba como una boda de ensueño fue, en realidad, un montaje grotesco. Los “invitados”, personas al azar de diferentes nacionalidades, fueron contratados para simular un evento social, sin conocer a la pareja. La justificación inicial que ofrecieron fue que se trataba de la filmación de un documental privado, un disfraz que rápidamente se desmoronó al ser confrontados por el personal del parque.
El alarmante aviso de un extra fue el primer paso hacia la revelación de esta farsa. El personal de seguridad, al darse cuenta de la situación, alertó a las autoridades, desencadenando una respuesta que destaparía el horror detrás de lo que se creía una simple celebración.
Foto: MCT | © 2025 InfoNow Noticias
El perfil del organizador y sus cómplices
El organizador de este macabro evento, un británico de 39 años, tenía antecedentes que lo vinculaban con delitos sexuales. Su detención, junto a un cómplice, fue resultado de una investigación que reveló un caso de “fraude, abuso de confianza y usurpación de identidad”. La fiscalía de Meaux confirmó que el individuo estaba inscrito en el registro británico de delincuentes sexuales y busca cumplir con la ley, aunque su conducta sugiere lo contrario. Este hombre, al que se le aplicó un maquillaje profesional para camuflar su apariencia, había logrado representar un papel que solo evidenciaba su habilidad para manipular y desviar la atención.
La situación es aún más alarmante dado que el organizador tenía múltiples razones para evadir la justicia. No solo se encontraba bajo la vigilancia de las autoridades británicas, sino que su comportamiento indicaba una preocupación profunda por el control y la explotación de menores.
La trama retorcida detrás de la falsa celebración
Los testimonios recabados durante la investigación revelan detalles inquietantes sobre el evento. Al parecer, los “invitados” no solo eran ajenos a la pareja, sino que también mostraron confusión sobre el propósito del evento. Muchos de ellos fueron contactados a través de plataformas de trabajo temporal, con promesas de pago por su presencia en lo que se les había dicho que era una filmación.
- Edad de la “novia”: 9 años
- Edad del “novio”: 40 años
- Número de “invitados” contratados: un grupo diverso de adultos
El hecho de que se hayan utilizado recursos tan elaborados para llevar a cabo esta farsa plantea interrogantes sobre la supervisión en lugares públicos y la protección de los menores. La historia de esta niña ucraniana, que fue utilizada como un objeto en una narrativa grotesca, es un recordatorio sombrío de cuán vulnerables pueden ser los niños ante individuos sin escrúpulos.
Foto: MCT | © 2025 InfoNow Noticias
Reacciones y medidas necesarias
La indignación ha sido generalizada tras la noticia de este evento. Organizaciones de derechos humanos y activistas han levantado la voz, exigiendo una revisión exhaustiva de las políticas de protección infantil en lugares que deben ser refugios de felicidad y alegría. La necesidad de protocolos más estrictos y de una vigilancia constante se ha vuelto imperativa para salvaguardar la integridad de los más pequeños, quienes merecen vivir ajenos a la maldad del mundo.
La justicia francesa, al actuar rápidamente, ha señalado su compromiso de enfrentar el abuso y proteger a los más vulnerables. Sin embargo, la responsabilidad no recae únicamente en las autoridades. La sociedad debe mantenerse alerta y activa frente a cualquier indicio de explotación, creando redes de apoyo y denuncia que puedan prevenir que situaciones como esta se repitan.