Escándalo en un colegio de Tucumán: una profesora trató a Javier Milei de “pedófilo” y Sandra Pettovello pidió explicaciones al Ministerio de Educación provincial
Por Ana Martínez · 08 Jul 2025 – 03:59 PM -03 Ver perfil
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La polémica en el aula: el cruce entre educación y política en Tucumán
Un escándalo educativo ha sacudido a la provincia de Tucumán, específicamente al Colegio Nuestra Señora de Fátima en San Miguel de Tucumán. Una profesora de Fisicoquímica, Silvia Vera, ha desatado una tormenta mediática tras calificar al Presidente Javier Milei con epítetos ofensivos y declaraciones polémicas. Este incidente no solo ha llamado la atención del público, sino que ha generado demandas de explicaciones por parte del Gobierno provincial, liderado por la ministra de Educación, Sandra Pettovello.
Un aula convertida en escenario de descalificaciones
Lo que debería ser un espacio dedicado a la enseñanza de ciencias se transformó en un campo de batalla ideológico. Durante una clase, Vera arremetió contra Milei, utilizando un lenguaje que no solo es inapropiado para un entorno educativo, sino que también refleja una falta de respeto hacia la diversidad de opiniones que debe promoverse en las aulas. En sus comentarios, la profesora no escatimó en usar términos como “pedófilo”, “narcotraficante” y “payaso impresentable”, lo que llevó a un alumno a grabar sus palabras y viralizar el audio en las redes sociales.
El impacto fue inmediato; el audio se convirtió en tendencia nacional, generando debates sobre el rol de los educadores y la importancia de mantener la neutralidad política en el ámbito escolar. En un país como Argentina, donde la polarización política ha alcanzado niveles alarmantes, este tipo de incidentes puede tener consecuencias significativas.
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Reacciones en cadena: del aula a las redes y al gobierno
La controversia desatada no tardó en llegar a oídos del Gobierno provincial. La ministra de Educación, Sandra Pettovello, se vio obligada a pedir explicaciones sobre el comportamiento de la profesora. Esta situación revela la creciente preocupación entre las autoridades educativas sobre cómo se enseña en las aulas y el papel de los docentes en la formación de los jóvenes. En un país que busca superar la crisis educativa, el desafío se agudiza cuando se introducen opiniones sesgadas en el proceso de aprendizaje.
- 1,300 escuelas técnicas en Argentina
- 50% de los jóvenes que finalizan la secundaria no pueden acceder a educación superior
- 35% del presupuesto nacional se destina a educación
Este caso particular añade una capa de complejidad a la ya frágil situación educativa en el país, donde los docentes deben recordar que su rol no solo implica la transmisión de conocimientos, sino también el fomento de un ambiente de respeto y tolerancia.
El trasfondo político: ¿educación o ideología?
La intervención de Vera en el aula también refleja un fenómeno más amplio: la politización de la educación en Argentina. Los docentes, en su mayoría, vienen de un trasfondo ideológico que puede influir en sus métodos de enseñanza. Este incidente no es aislado, ya que diversos sectores de la sociedad han comenzado a cuestionar si los espacios educativos están siendo utilizados para promover agendas políticas personales en lugar de brindar una educación neutral y objetiva.
En este sentido, cabe preguntarse: ¿hasta qué punto la ideología de un docente debería influir en la educación que reciben los jóvenes? Este dilema se vuelve especialmente relevante en un contexto donde las divisiones políticas marcan la pauta en casi todos los aspectos de la vida nacional.
El futuro del debate educativo en Tucumán y más allá
Lo sucedido en el Colegio Nuestra Señora de Fátima ha puesto de relieve la necesidad de establecer una normativa clara sobre el comportamiento esperado de los docentes en el aula. La formación continua y la ética profesional deben ser pilares fundamentales para aquellos que tienen en sus manos la educación de las futuras generaciones. En un país donde la educación se encuentra en crisis, es imperativo que los educadores sean conscientes de su responsabilidad y de cómo sus palabras pueden impactar en la formación de valores en los jóvenes.
Como reflexión final, este escándalo debe servir como un llamado de atención para repensar la educación en Argentina y establecer un modelo que promueva una enseñanza basada en el respeto, la pluralidad de ideas y, sobre todo, en la construcción de un pensamiento crítico que permita a los alumnos formarse como ciudadanos responsables y comprometidos con su país.