Este árbol nativo puede anunciar el final del verano: de dónde es originario y cómo son sus flores

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Por Juan Pérez · 19 Jun 2025 – 08:31 AM -03 Ver perfil

Un símbolo vegetal que marca la transición estacional En el corazón del sur de Chile, un árbol nativo se prepara para an... Descubre más sobre esencial, vald...

Imagen: SIPA Press | Archivo | © 2025 InfoNow Noticias

Un símbolo vegetal que marca la transición estacional

En el corazón del sur de Chile, un árbol nativo se prepara para anunciar el final del verano: el ulmo (Eucryphia cordifolia). Este gigante del bosque valdiviano no solo embellece el paisaje con su floración deslumbrante, sino que también juega un papel crucial en el ecosistema, afectando tanto la flora como la fauna de su entorno. Al observar su esplendor, uno no puede evitar reflexionar sobre la profunda conexión entre la naturaleza y las estaciones, un recordatorio de que el ciclo de la vida continúa incesantemente.

Un gigante del sur: características y hábitat

El ulmo es un árbol de gran tamaño que puede alcanzar hasta 40 metros de altura. Su presencia se extiende desde la provincia de Arauco hasta la isla de Chiloé, en la Región de Los Lagos. Aunque es predominantemente chileno, hay ejemplares aislados en Argentina, lo que refleja su adaptabilidad en diferentes climas. Este árbol prospera en zonas húmedas y templadas, encontrándose generalmente en bosques lluviosos y áreas costeras, a menos de 700 metros sobre el nivel del mar.

La elección de su hábitat no es casual; el ulmo se desarrolla en condiciones de alta humedad y pluviometría, factores esenciales para su crecimiento. La importancia ecológica de este árbol es destacada por el doctor en Ecología y Biología Evolutiva Ricardo Segovia, quien resalta que el ulmo actúa como un indicador de los bosques del hemisferio sur, representando las afiliaciones austrolasianas y portando una historia profunda vinculada a Gondwana.

La caída de sus flores blancas coincide con el cierre de la temporada estival. Foto: Freepik.

Foto: Efe | © 2025 InfoNow Noticias

Un espectáculo natural: la floración del ulmo

La floración del ulmo es un evento que se produce entre enero y febrero, cuando el árbol se cubre de grandes flores blancas que parecen nieve. Este fenómeno no solo es un deleite para la vista, sino que también cumple un rol ecológico vital: la producción de néctar. Este néctar es esencial no solo para el propio árbol, sino que también atrae a diversas especies polinizadoras.

Entre las especies que participan en este proceso se encuentra la abeja melífera, introducida desde Europa. Esta abeja, al recolectar néctar del ulmo, produce una miel de alta calidad, reconocida por sus propiedades benéficas. La producción de miel no solo beneficia a la economía local, sino que también promueve la biodiversidad al fomentar la polinización de otras plantas en el ecosistema.

Impacto en el ecosistema y en la comunidad local

La floración del ulmo no se limita a ser un espectáculo visual; tiene implicaciones significativas para la fauna y la flora de la región. Durante la temporada de floración, el néctar atrae a numerosas especies de aves y otros insectos, creando una sinergia en el ecosistema que favorece la diversidad biológica. Las aves, al alimentarse del néctar, contribuyen a la polinización, lo que a su vez asegura la continuidad de diversas especies vegetales.

Para las comunidades locales, el ulmo representa una fuente de identidad cultural y económica. La miel producida a partir de sus flores es comercializada en mercados locales y ha ganado reconocimiento a nivel nacional. Este producto artesanal no solo promueve la cultura de la apicultura, sino que también se convierte en un símbolo de la conexión entre el hombre y la naturaleza.

Su floración ocurre entre enero y febrero. Foto: Freepik.

© Télam – 2025 | © 2025 InfoNow Noticias

Preservación y futuros desafíos

A medida que el cambio climático y la urbanización amenazan los ecosistemas nativos, la conservación del ulmo se vuelve más crucial que nunca. La pérdida de hábitats naturales afecta no solo a este árbol emblemático, sino también a todas las especies que dependen de él. La comunidad científica, incluyendo a especialistas como Ricardo Segovia, aboga por la preservación de estas especies y su entorno, resaltando la necesidad de políticas de conservación más estrictas.

Además, la educación de las comunidades sobre la importancia de estos árboles nativos y su rol en el ecosistema es fundamental. Iniciativas que fomenten la reforestación y el cuidado del medio ambiente son esenciales para garantizar que las futuras generaciones puedan disfrutar de la belleza y los beneficios del ulmo y otros árboles nativos.

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