Fue viral de niño y reapareció en La Voz Argentina: qué fue del protagonista del meme “esto se va a descontrolar”
Por Ana Martínez · 07 Jul 2025 – 12:58 PM -03 Ver perfil
Foto: UPI | © 2025 InfoNow Noticias
El inesperado regreso de un fenómeno viral a la televisión argentina
En un giro inesperado del destino, la escena musical argentina se ha visto sacudida por la aparición de un personaje que, aunque ha estado en el ojo público por sus travesuras de infancia, ha regresado a las pantallas con un sueño renovado. En el escenario de La Voz Argentina 2025, el joven estilista sanjuanino Fernando Suárez no solo se presentó como un aspirante a cantante, sino que también trajo consigo a su hermano Tomás, famoso por un meme que se hizo viral hace siete años. Este regreso evoca reflexiones sobre la fugacidad de la fama y cómo nuestros recuerdos pueden resurgir en contextos inesperados.
El fenómeno del meme: Tomás y su icónica frase
En el año 2016, un breve video grabado con un palo de selfie se convirtió en un fenómeno en Internet. En él, un joven de apenas 13 años, Tomás, junto a sus amigos, se caía de una casilla mientras gritaba la famosa frase “esto se va a descontrolar”. Este instante, capturado de manera casi accidental, rápidamente se transformó en un meme que resonó en las redes sociales y quedó grabado en la memoria colectiva de muchos argentinos. A través de un clic, la vida de Tomás cambió, pasándose de ser un adolescente común a convertirse en un ícono viral.
La viralidad de este video no solo se limitó a las redes sociales. Su frase se utilizó en diversas situaciones cotidianas, convirtiéndose en parte del lenguaje popular. Este fenómeno demuestra cómo un simple instante de la vida cotidiana puede volverse representativo de una época, mostrando la complejidad de la cultura digital contemporánea.
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El regreso a la escena: La Voz Argentina y la familia Suárez
Durante la presentación de Fernando en La Voz Argentina, el conductor Nicolás Occhiato no pudo evitar mencionar a su hermano. “¿Eres el del meme de ‘esto se va a descontrolar’?”, preguntó, provocando risas y sorpresa tanto en el público como en los participantes. Este momento emblemático no solo subrayó la conexión entre el pasado y el presente, sino que también resaltó el impacto que la cultura del meme puede tener en la vida de las personas.
La familia Suárez, compuesta por su madre Cristina, su hermano Tomás y él mismo, viajó desde Chimbas, San Juan, para formar parte de esta experiencia. Su viaje no se limitó a la búsqueda de fama, sino que representa la búsqueda de sueños, de crecer y de encontrar su lugar en un mundo en constante cambio. Mientras Fernando se esforzaba por demostrar su talento en el canto, Tomás recordaba con nostalgia su breve momento de gloria, reflexionando sobre lo efímero y a la vez duradero que puede ser un instante viral.
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Reflexiones sobre la fama y el futuro
A medida que los minutos avanzan en el escenario de La Voz Argentina, se hace evidente que la viralidad puede ser tanto un trampolín como una carga. El caso de Tomás es un claro ejemplo de cómo un momento puede definir a una persona, incluso años después. La pregunta que surge es: ¿cómo afecta este tipo de atención a la vida de un joven?
Aunque Tomás ha crecido y se ha alejado de su estatus de meme, la sombra de su fama sigue presente. Es un recordatorio constante de que, en la era digital, lo que parece un momento efímero puede tener consecuencias duraderas. La cultura popular está llena de historias de jóvenes que, tras experimentar la viralidad, deben encontrar su camino en un mundo que a menudo los ve solo a través de un lente distorsionado.
- 2016: Año en que el meme se hizo viral.
- 32 años: Edad de Fernando Suárez en 2025.
- 21 años: Edad de Tomás durante su reaparición en La Voz Argentina.
El regreso de Tomás y Fernando a la televisión no solo es un recordatorio de la nostalgia que puede generar un meme, sino también una oportunidad para reflexionar sobre la evolución personal y la búsqueda de identidad en un mundo que a menudo confunde fama con éxito. Ambos hermanos, con sus historias y sus sueños, nos enseñan que, más allá de la viralidad, lo que verdaderamente importa es la conexión humana y el deseo de seguir adelante, sin importar las caídas del pasado.
