Inundaciones en Nueva York: los impactantes videos del subte con cataratas de agua y lluvias extremas que no dan tregua

Por Carlos López · 15 Jul 2025 – 09:40 AM -03 Ver perfil
Crédito: Agence France-Presse – Imagen exclusiva | © 2025 InfoNow Noticias
Un fenómeno climático sin precedentes transforma la vida urbana en Nueva York
Las intensas lluvias que desde el lunes arrasan el noreste de Estados Unidos han dejado a su paso devastadoras inundaciones, siendo Nueva York el epicentro de este fenómeno. La ciudad, conocida por su dinamismo y vida acelerada, se enfrenta ahora a un caos sin precedentes, donde el sistema de metro se convirtió en un escenario digno de una película de desastres, afectando la vida de miles de ciudadanos y visitantes.
La magnitud del evento meteorológico
Las cifras son elocuentes: la ciudad de Nueva York experimentó su segunda mayor precipitación horaria desde 1943, con 5 centímetros de lluvia caídos en apenas 30 minutos. Tal cantidad de agua en un periodo tan corto es un claro indicio de las extremas condiciones meteorológicas que azotan a la región, las cuales han sido calificada como “una tormenta de una vez en la vida”. A medida que las tormentas se intensificaban, se emitieron al menos 185 reportes relacionados con inundaciones, afectando no solo a la ciudad, sino también a Nueva Jersey y Pensilvania.
Interrupciones y caos en el transporte
Con el transporte público como una de las principales arterias de la vida neoyorquina, el impacto en el sistema ferroviario fue devastador. Mientras el metro aún operaba, los pasajeros se encontraron con escenas surrealistas, donde el agua se precipitaba en torrentes a través de las estaciones. Esta situación llevó a la interrupción de varios servicios ferroviarios, dejando a miles de viajeros atrapados y a los servicios de emergencia en alerta máxima.
Crédito: Agence France-Presse – Imagen exclusiva | © 2025 InfoNow Noticias
- 8,000 personas sin luz en Nueva Jersey.
- Detenciones de despegues y aterrizajes en el aeropuerto de Newark.
- Declaración de estado de emergencia por parte del gobernador Phil Murphy.
La respuesta rápida de las autoridades fue fundamental, pero el caos se extendió a las calles, donde las carreteras se convirtieron en ríos, y numerosos vehículos quedaron sumergidos. Los pedidos de rescate por automóviles atrapados en el agua aumentaron, así como los aterrizajes de emergencia de aviones que intentaban evadir las severas condiciones climáticas.
Las imágenes que hablan por sí solas
Las redes sociales se inundaron de impactantes videos que retratan la fuerza de la naturaleza. Las imágenes del agua cayendo en cascadas dentro de las estaciones del metro son un recordatorio crudo de la vulnerabilidad de la infraestructura urbana frente a fenómenos climáticos extremos. Los usuarios compartieron clips de autos prácticamente flotando y personas luchando por avanzar en calles anegadas, convirtiendo lo cotidiano en una escena apocalíptica.
Estos videos no solo documentan el desastre, sino que también evocan una reflexión profunda sobre la necesidad de preparación y adaptación ante un cambio climático que parece no dar tregua. La ciudad de Nueva York, un símbolo de resiliencia, debe ahora considerar una revisión exhaustiva de su infraestructura para enfrentar futuros eventos de este tipo.
Foto: Corbis | © 2025 InfoNow Noticias
Un eco de tragedias recientes
Este evento climático se produce a menos de dos semanas del devastador temporal en Texas, que dejó al menos 120 muertos y más de 170 desaparecidos. La repetición de desastres de tal magnitud en diferentes partes del país subraya la urgencia de una conversación más amplia sobre el cambio climático y su impacto en comunidades urbanas y rurales. Las lecciones aprendidas en situaciones anteriores deben ser aplicadas para mitigar el daño futuro, tanto en términos de infraestructura como de seguridad pública.
La interconexión de estas tragedias resalta un tema común: la necesidad de una respuesta unificada y rápida ante eventos climáticos extremos. Las comunidades deben estar preparadas, no solo para enfrentar el desastre cuando ocurra, sino también para trabajar hacia un futuro en el que la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente sean prioritarios en la agenda pública.