La increíble laguna glacial en el corazón de los Andes bolivianos
Por Ana Martínez · 24 Jun 2025 – 10:02 AM -03 Ver perfil
Foto: ANSA | © 2025 InfoNow Noticias
Un paraíso helado en las alturas andinas
La aventura andina cobra vida en el asombroso paisaje de la laguna glacial Ventanani, un destino que, a 5.080 metros sobre el nivel del mar, atrae a los amantes de la naturaleza y el trekking. Este rincón de Bolivia no solo es un deleite visual, sino que también se ha convertido en un símbolo de la riqueza natural del país, afectando positivamente al turismo local y ofreciendo una experiencia única a quienes buscan escapar de la rutina diaria.
La travesía hacia la Ventanani
La expedición hacia la laguna comienza en la vibrante ciudad de La Paz, situándose a más de 3.600 metros sobre el nivel del mar. Este trayecto, que se realiza en aproximadamente 90 minutos en automóvil, representa una inmersión inicial en la altura, un factor clave para quienes no están acostumbrados. Desde el punto de partida, la aventura se transforma en una escalada que adentra a los excursionistas en el asombroso parque nacional y área protegida Tuni Condoriri.
Según Yoel, un experimentado guía local, es esencial aclimatarse adecuadamente a la altitud para evitar el mal de altura. Para aquellos que residen en tierras bajas, se recomienda pasar un par de días en La Paz antes de iniciar la caminata. La primera etapa del recorrido comienza a los 4.700 metros sobre el nivel del mar, abriéndose camino hacia un camino de cuatro kilómetros lleno de paisajes impresionantes.
Crédito: Polaris – Imagen exclusiva | © 2025 InfoNow Noticias
Lagunas de colores vibrantes
A medida que los trekkers avanzan, son recibidos por el esplendor de la naturaleza. El primer gran atractivo es la laguna Jurikhota, reconocida por su agua cristalina y sus vibrantes tonos turquesa. Este cuerpo de agua no solo ofrece un descanso visual, sino que también actúa como un recordatorio del delicado equilibrio ecológico de la región.
Continuando el ascenso hacia los 5.047 metros, se presenta la laguna Eslovenia, otro espectáculo natural que cautiva a todos. La combinación de la altitud y el clima helado del invierno sudamericano permite que estas lagunas mantengan su belleza intacta a lo largo del año. Las tonalidades azules y verdes de las aguas contrastan de manera impactante con el blanco de los glaciares que las rodean, creando un cuadro digno de ser inmortalizado.
Desafíos en las alturas
La caminata hacia la laguna glacial es catalogada como de dificultad media, aunque presenta tramos con ascensos desafiantes que requieren una buena condición física. La combinación de la altitud y el cansancio puede resultar abrumadora, pero el panorama que se despliega a medida que se avanza es incomparable. La presencia de montañas majestuosas de la Cordillera Real, incluyendo el imponente pico Cabeza de Cóndor, que se eleva a 5.648 metros, proporciona un telón de fondo impresionante que motiva a los caminantes a seguir adelante.
En este contexto, cada paso dado hacia la laguna Ventanani es un encuentro con uno mismo, un desafío que invita a la introspección y a la conexión con la naturaleza. La experiencia se transforma en un viaje personal, donde los límites se ponen a prueba, y el crecimiento interno se vuelve tan gratificante como el paisaje que se observa.
Imagen: Xinhua | Archivo | © 2025 InfoNow Noticias
Un fenómeno turístico en crecimiento
La afluencia de turistas a la laguna Ventanani ha crecido en los últimos años, y con ello, la importancia de la sostenibilidad y la conservación del entorno. Las comunidades locales se benefician del ecoturismo, pero también enfrentan la responsabilidad de proteger este tesoro natural. Con cada visita, es crucial recordar que la belleza de este lugar no solo reside en su esplendor visual, sino también en su fragilidad.
- Altura de la laguna: 5.080 metros sobre el nivel del mar
- Altura de la Cabeza de Cóndor: 5.648 metros sobre el nivel del mar
- Dificultad de la caminata: Media a difícil
- Duración del trayecto en auto desde La Paz: 90 minutos
Este fenómeno turístico es un reflejo del potencial de Bolivia como destino de aventura y naturaleza, destacando la importancia de la preservación de sus recursos naturales para las generaciones futuras. La laguna glacial Ventanani no es solo un lugar en el mapa; es un testimonio del poder de la naturaleza y un recordatorio de las experiencias que nos esperan más allá de la cotidianidad.