La nafta y el gasoil están más caros que en la región y se viene otro aumento en julio
Por Ana Martínez · 29 Jun 2025 – 06:45 AM -03 Ver perfil
Crédito: UPI – Imagen exclusiva | © 2025 InfoNow Noticias
El dilema de los combustibles en Argentina: precios en ascenso y la mirada regional
La situación del mercado de combustibles en Argentina se ha vuelto un tema candente en los últimos meses. Con el reciente aumento en el precio de la nafta y el gasoil, las petroleras han dejado en claro que la presión inflacionaria y la evolución del tipo de cambio son factores determinantes. Este fenómeno impacta directamente a los ciudadanos, quienes enfrentan un costo de vida cada vez más elevado.
La escalada de precios y el contexto económico
La reciente subida de precios en los combustibles ha dejado a muchos argentinos sorprendidos. El dato más revelador es que el costo de la nafta se sitúa en un promedio de 1,15 dólares por litro, mientras que el diésel alcanza los 1,19 dólares. Estos valores, aunque puedan parecer similares a los de otros países, se convierten en un verdadero problema cuando se comparan con los precios regionales. En Paraguay, por ejemplo, el litro de nafta cuesta apenas 80 centavos de dólar, y el gasoil, 0,87 dólares. Y todo esto ocurre en un contexto en el que el país vecino no produce petróleo.
El tipo de cambio juega un papel crucial en esta disparidad. Tras la devaluación provocada por las medidas de Javier Milei y Luis Caputo en diciembre de 2023, el dólar se ha ajustado de tal manera que los precios internos se han vuelto más caros frente a la competencia internacional. La combinación de la inflación persistente y el debilitamiento del poder adquisitivo de la población ha llevado a que cada litro de combustible que se consume se sienta como un golpe al bolsillo.
Factores locales que influyen en los precios
En Buenos Aires, las estaciones de servicio presentan precios más competitivos en comparación con otras provincias. Esto se debe a varios factores que juegan en favor de la capital:
- Logísticos: La cercanía a la refinería de La Plata reduce los costos de transporte.
- Impositivos: La Ciudad cobra Ingresos Brutos en lugar de tasas municipales que encarecen el precio final.
- Mediáticos: Los precios de referencia en la capital tienen un peso mayor, afectando la percepción del costo entre los consumidores.
Sin embargo, esta ventaja no es suficiente para ocultar la realidad que enfrenta el consumidor argentino, que ve cómo el precio del combustible se ha vuelto un indicador de la salud económica del país.
Expectativas de nuevos aumentos y su repercusión
Según analistas del sector, se prevé un nuevo aumento en los precios de los combustibles en los primeros días de julio. Este ajuste es casi inevitable, ya que las petroleras buscan compensar sus costos en un contexto de inflación creciente y un dólar volátil. Pero, ¿cómo afectará esto a los consumidores y la economía en general?
Los efectos son múltiples y pueden ser devastadores:
- Aumento en el costo del transporte: Un incremento en los precios del combustible repercute en toda la cadena de suministro, encareciendo bienes y servicios.
- Inflación adicional: La alza en los combustibles activa una nueva ronda inflacionaria, afectando aún más el poder adquisitivo de los argentinos.
- Crisis social: La falta de acceso a precios razonables de transporte puede generar descontento y movilizaciones por parte de sectores afectados.
El efecto dominó del costo de la energía
La situación del precio de la nafta y el gasoil es solo una parte de un rompecabezas mayor. La energía es un elemento vital para todos los sectores económicos, y su costo puede influir de manera drástica en la competitividad de Argentina frente a otros países de la región. A medida que se proyectan estos aumentos, la pregunta que se presenta es si el gobierno podrá implementar medidas efectivas para mitigar el impacto en los ciudadanos.
El desafío es mayúsculo y requiere de una respuesta coordinada que contemple tanto la situación del mercado internacional como las necesidades locales. Si no se actúa de manera efectiva, la sensación de incertidumbre económica se afianzará aún más entre los argentinos, quienes se ven atrapados en un ciclo de precios crecientes y salarios que no logran alcanzar la misma velocidad.