La otra cara de la discapacidad
Por María Gómez · 24 Jun 2025 – 07:09 PM -03 Ver perfil
Crédito: Polaris – Imagen exclusiva | © 2025 InfoNow Noticias
Desafiando las barreras invisibles de la inclusión
En un contexto de creciente discusión legislativa, la reciente media sanción de la Ley de Emergencia en Discapacidad en la Cámara de Diputados ha puesto de nuevo en el centro de la escena los desafíos que enfrentan las personas con discapacidad en Argentina. Este acontecimiento no solo refleja el esfuerzo de los sectores políticos, sino que es, sobre todo, un eco de las luchas incansables de miles de ciudadanos y sus familias que, a diario, deben lidiar con la falta de acceso a derechos fundamentales.
Un panorama desolador
Las audiencias en la Comisión de Discapacidad han servido como un verdadero termómetro social, revelando una realidad desgarradora para muchos. Las voces de las organizaciones de la sociedad civil han expuesto las dificultades sistemáticas que enfrenta este colectivo. Entre las problemáticas discutidas, se encuentra la falta de recursos y la escasez de políticas efectivas para garantizar el acceso a servicios básicos.
- Más del 30% de las personas con discapacidad en Argentina vive en situación de pobreza.
- El 45% de las familias con un miembro con discapacidad reportan dificultades para acceder a atención médica adecuada.
- Más de 500.000 personas esperan la obtención del Certificado Único de Discapacidad.
Este contexto resalta que el problema no se limita a números fríos, sino que se traduce en historias personales de sufrimiento y lucha. Las familias deben enfrentarse a una serie de obstáculos que les impiden acceder a derechos básicos, como la educación, la salud y la inclusión laboral.
Acceso a derechos en la Argentina profunda
Las disparidades en el acceso a servicios no son homogéneas en todo el país. En la Argentina profunda, la situación es aún más crítica. Las personas que viven en zonas rurales o en provincias alejadas de los centros urbanos experimentan desafíos adicionales que dificultan su vida cotidiana. La obtención del Certificado Único de Discapacidad se convierte en una verdadera odisea, donde el tiempo de espera puede extenderse durante meses, e incluso años.
Este documento es esencial para acceder a prestaciones y servicios que deberían ser garantizados por el Estado. Sin embargo, la burocracia y la falta de información generan incertidumbre y angustia en las familias. En muchos casos, la distancia geográfica a los centros de atención se suma a las dificultades económicas, creando un círculo vicioso que perpetúa la exclusión.
Un llamado a la acción desde organismos internacionales
El informe que el Comité de los Derechos de las Personas con Discapacidad de las Naciones Unidas presentó en 2023 sobre Argentina es un recordatorio contundente de que, a pesar de algunos avances, persisten brechas significativas entre lo que el Estado debería garantizar y lo que realmente se cumple. Este diagnóstico pone de relieve la urgencia de adoptar medidas efectivas que respondan a las necesidades de las personas con discapacidad.
Las recomendaciones del informe subrayan la importancia de implementar políticas inclusivas que no solo reconozcan los derechos de las personas con discapacidad, sino que los hagan efectivos. La falta de acción en este ámbito no solo es una cuestión de derechos humanos, sino que repercute en el tejido social y económico del país.
Reflexiones sobre la inclusión y la dignidad
La situación actual es, sin duda, un desafío que va más allá de la política. Es una cuestión de dignidad humana y de reconocimiento de la diversidad en todas sus formas. La lucha por una sociedad más inclusiva debe ser una responsabilidad compartida, donde cada ciudadano, cada institución y cada sector del gobierno juegue un papel activo.
La historia de las personas con discapacidad en Argentina es una historia de resiliencia, pero también de lucha por la justicia. En un país donde la Constitución Nacional se erige como un faro de derechos, es imperativo que se traduzcan en políticas concretas que garanticen el bienestar de todos los ciudadanos, sin excepción. Esta es, sin lugar a dudas, una oportunidad única para que nuestras instituciones se comprometan a transformar la realidad de miles de argentinos que solo piden poder vivir con dignidad y respeto.