La planta que es ideal para balcones: florece durante todo el invierno y es de bajo mantenimiento
Por Ana Martínez · 18 Jul 2025 – 06:41 PM -03 Ver perfil
Crédito: Polaris – Imagen exclusiva | © 2025 InfoNow Noticias
Una explosión de color en los días fríos: la caléndula, la aliada perfecta de los balcones
Cuando la brisa invernal comienza a soplar, muchas personas se enfrentan a un paisaje gris y desolador. Sin embargo, un pequeño, pero valioso, aliado se alza con fuerza en los balcones de quienes buscan no solo embellecer su hogar, sino también mantener una conexión con la naturaleza. La caléndula, con su vibrante colorido y su sorprendente resistencia, se convierte en la protagonista de este relato, ofreciendo una solución a los amantes de la jardinería que anhelan un refugio verde incluso en el frío invierno argentino.
Características de la caléndula: belleza y fortaleza
Conocida también como “margarita de los muertos” en algunas culturas, la caléndula es una planta que no solo destaca por sus flores amarillas y naranjas, sino también por su capacidad de adaptación a diferentes climas. Este rasgo la convierte en una de las mejores opciones para los balcones, patios y terrazas que sufren de temperaturas bajas.
Su resistencia se debe a su origen en regiones cálidas y templadas, lo que le otorga una notable fortaleza ante condiciones adversas. Para aquellos que se inician en el mundo de la jardinería, la caléndula es una especie ideal, ya que no requiere de cuidados exhaustivos. Con un par de consejos básicos, es posible mantenerla floreciente:
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- Luz: Necesita al menos 6 horas de luz solar directa al día.
- Riego: Moderado y regular, evitando el encharcamiento.
El mantenimiento sencillo que todos pueden llevar a cabo
La simplicidad del cuidado que requiere la caléndula la convierte en una opción accesible para todos, desde expertos hasta principiantes. Se puede regar una o dos veces por semana, dependiendo de las condiciones climáticas y del sustrato en el que se encuentre. Además, es fundamental estar atentos a las heladas, pues aunque es resistente, las temperaturas extremas pueden dañar su desarrollo.
La elección de un buen sustrato también juega un papel clave. Un suelo bien drenado y rico en nutrientes permitirá que la caléndula muestre todo su esplendor. De este modo, quienes busquen un balcón lleno de vida sin dedicar horas al cuidado de las plantas, encontrarán en esta especie una solución muy práctica.
Un toque de color en el invierno argentino
Durante los meses de invierno en Argentina, que pueden abarcar desde junio hasta septiembre, el deseo de ver flores brillantes puede parecer un lujo. Sin embargo, la caléndula desafía esta noción, añadiendo un toque vibrante a los balcones y espacios exteriores. Este efecto visual no solo aporta alegría a los hogares, sino que también tiene un impacto positivo en el estado de ánimo de quienes las cuidan y disfrutan de su presencia.
Además, su resistencia a plagas y enfermedades hace que sea una opción aún más atractiva. Mientras que muchas plantas sucumben ante los rigores del invierno, la caléndula se mantiene firme, floreciendo en un espectáculo de color que ilumina el paisaje. Esta capacidad de adaptarse al clima local, junto con su belleza, la posiciona como una de las favoritas entre los jardineros argentinos.
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Beneficios adicionales de la caléndula
Aparte de su belleza y facilidad de cuidado, la caléndula ofrece una serie de beneficios adicionales que la hacen aún más atractiva. Sus propiedades medicinales han sido reconocidas a lo largo de la historia, utilizándose en diversas culturas para tratar irritaciones de la piel y como antiinflamatorio.
Además, es una planta que atrae a polinizadores como las abejas y mariposas, lo que la convierte en una aliada valiosa para la biodiversidad local. Conservar espacios verdes y promover la presencia de estas criaturas es fundamental, especialmente en un mundo donde los ecosistemas enfrentan constantes desafíos.
En conclusión, la caléndula no solo es una planta que florece en invierno, sino que también representa un símbolo de resistencia y belleza en medio de la adversidad. Con un poco de atención y cariño, se puede transformar cualquier balcón en un oasis de color, incluso en los días más fríos del año.