La última batalla de Juan Manuel de Rosas (13 de julio)
La última batalla de Juan Manuel de Rosas (13 de julio)

El contexto histórico de la Batalla de La Belenada
Para comprender qué pasó un 13 de julio de 1852, es fundamental situarse en un contexto político y social agitado. Argentina, tras la independencia, había caído en un ciclo de guerras civiles y luchas por el poder. En este escenario, Juan Manuel de Rosas emergió como una figura dominante, primero como gobernador de Buenos Aires y luego como un líder federalista que buscaba imponer su autoridad en un país dividido entre unitarios y federales. Su gobierno, que se caracterizaba por la represión de sus opositores, había generado tanto fervor como rechazo en la sociedad argentina.
La década de 1850 estaba marcada por la lucha entre las provincias y Buenos Aires, donde Rosas se oponía a la centralización del poder que proponían los unitarios. La creación de la Constitución de 1853 y la consiguiente resistencia de Rosas a reconocerla, acentuaron aún más la polarización. La Batalla de La Belenada se produjo en este marco de tensiones, donde el control del territorio y la legitimidad del gobierno eran temas candentes.

Desarrollo de la batalla: un enfrentamiento decisivo
El 13 de julio, las fuerzas de Rosas se enfrentaron a un ejército unitario liderado por el general Justo José de Urquiza, quien había tomado una postura decidida contra el régimen rosista. La Batalla de La Belenada, que tuvo lugar en la provincia de Buenos Aires, fue un choque de titanes que definió el futuro político del país. Se estima que participaron cerca de 5,000 hombres en el bando de Rosas, mientras que las fuerzas unitarias contaban con un número similar, lo que hacía de este encuentro una lucha feroz y equitativa.
A medida que la batalla avanzaba, el ejército de Rosas comenzó a perder terreno, evidenciando la falta de apoyo popular que había comenzado a erosionar su poder. La falta de recursos y la creciente oposición llevaron a su ejército a una situación crítica. La derrota en La Belenada no solo marcó el fin del dominio de Rosas en Buenos Aires, sino que también significó un cambio en el equilibrio de poder en la nación.

Consecuencias y legado de la derrota
La derrota de Juan Manuel de Rosas en la Batalla de La Belenada tuvo profundas repercusiones en la política argentina. Tras el enfrentamiento, Urquiza proclamó la victoria de los unitarios, lo que llevó a la caída de Rosas y su posterior exilio. Esta batalla no solo terminó con la hegemonía rosista, sino que abrió un nuevo capítulo en la historia de Argentina, permitiendo la consolidación del Estado Nacional y la adopción definitiva de la Constitución de 1853.
Las consecuencias de esta batalla fueron trascendentales, ya que marcaron el inicio de un proceso de centralización que culminaría con la unificación de la Argentina bajo un gobierno federal. La figura de Rosas, aunque derrotada, continuaría generando debates y análisis, convirtiéndose en un símbolo tanto de autoritarismo como de defensa de la federalización, dependiendo de la perspectiva política de quien lo analice.
Además, la Batalla de La Belenada es recordada como un hito en la historia militar de Argentina, no solo por ser un enfrentamiento decisivo, sino también por la muestra de la resistencia de un líder que había sabido mantener el control durante años. Su legado sigue presente en la política actual, donde su figura continúa polarizando opiniones y representando las luchas por el poder que han marcado la historia del país.