La ultraderecha global lanza su red de medios en español: VisegradES ya opera en la Argentina al calor de Milei
La nueva narrativa de la extrema derecha se establece en el Cono Sur
La expansión de la ultraderecha en el contexto global ha encontrado un nuevo aliado en la figura de Javier Milei, quien se ha convertido en un faro para movimientos similares en diversas partes del mundo. La reciente llegada de la plataforma mediática VisegradES a Argentina es un claro indicio de esta tendencia. Esta red política y mediática busca amplificar mensajes y narrativas que, hasta hace poco, eran considerados marginales en el discurso público.
Los elementos clave de una estrategia mediática
La llegada de VisegradES a Argentina no es un fenómeno aislado, sino parte de una estrategia más amplia que busca conectar a diferentes regiones del mundo. La red se apoya en varios pilares:
- Desinformación estratégica: Utilización de noticias y relatos que distorsionan la realidad para crear una percepción favorable hacia sus ideales.
- Red de contactos internacionales: Alianzas con figuras políticas y medios en Europa del Este que comparten objetivos similares, generando un ecosistema de apoyo mutuo.
- Temáticas polarizadoras: El foco en temas sensibles, tales como la inmigración y la economía, que resuenan en el sentir de sectores descontentos de la población.
Respuestas en la calle: el eco de Milei
Desde que Milei asumió el poder, su discurso ha encontrado eco entre un sector de la población que se siente desilusionado con las opciones políticas tradicionales. Este fenómeno ha sido acompañado de una serie de manifestaciones que reflejan la polarización de la sociedad argentina. En un reciente evento en Buenos Aires, se escucharon eslóganes como “Menos Estado, Más Libertad”, resonando con fuerza.
“La política es un reflejo de la sociedad”, afirmaba el sociólogo José Nun en una charla reciente. Esta afirmación nunca ha sido tan pertinente, dada la movilización social que acompaña el ascenso del nuevo gobierno. Las calles se convierten en un termómetro del descontento y la aceptación de nuevas ideologías, haciendo que la llegada de VisegradES sea un acontecimiento digno de análisis.