Los cortes de gas se pueden repetir: un dilema para el Gobierno entre el ahorro de dólares y la falta de energía

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Por María Gómez · 06 Jul 2025 – 06:33 AM -03 Ver perfil

 La encrucijada energética del país: entre el suministro y la economía La reciente crisis energética ha puesto de re... Descubre más sobre dilema, genera...

Imagen: UPI | Archivo | © 2025 InfoNow Noticias

La encrucijada energética del país: entre el suministro y la economía

La reciente crisis energética ha puesto de relieve una preocupación latente en la sociedad argentina: la probabilidad de cortes de gas que, aunque parecen un mal lejano, están más cerca de lo que se podría pensar. Con la llegada del invierno, el Gobierno se enfrenta a un dilema crucial, donde la necesidad de ahorro de dólares se confronta con la urgencia de garantizar el suministro de energía a una población cada vez más dependiente de ella.

El escenario actual: cortes y su impacto tangible

Durante esta semana, el país experimentó cortes de gas que afectaron a sectores vitales como el de GNC, la industria y, lo más alarmante, a miles de hogares en ciudades como Mar del Plata, San Martín de los Andes y Trevelin. Estos cortes fueron provocados por una combinación de alta demanda residencial y una caída inesperada en la producción proveniente de Vaca Muerta, debido a problemas como el congelamiento de caños en plantas de tratamiento de gas.

Los cortes no son solo un inconveniente pasajero; son una señal de alerta sobre la fragilidad del sistema. Según un análisis de Daniel Dreizzen, ex secretario de Planeamiento Energético, el riesgo de que se repitan estos cortes es considerable si las temperaturas bajan nuevamente. “El factor de seguridad para evitar estos problemas es costoso”, advierte, refiriéndose a la necesidad de más inversiones en infraestructura y en reservas de energía.

Inversiones necesarias y su viabilidad económica

A largo plazo, el país debe considerar inversiones significativas en infraestructura que mejoren la capacidad de transporte de gas y electricidad desde las regiones productoras hasta los centros de consumo. Estas obras no solo son esenciales, sino que también implican un elevado costo que el Gobierno debe sopesar cuidadosamente:

  • Proyectos de infraestructura: Mejorar redes de distribución de gas y electricidad.
  • Inversiones en pozos de gas: Necesarios para épocas de alta demanda, aunque conlleven precios más altos.
  • Subsidios y ayudas: Incrementar el gasto en subsidios para asegurar el suministro durante picos de consumo.

El desafío radica en cómo el Gobierno equilibrará estas inversiones con la necesidad de mantener la economía a flote, especialmente en un contexto de inflación y restricciones fiscales. La falta de una estrategia clara puede traducirse en una dependencia aún mayor de las importaciones de energía, lo que a su vez incrementa la presión sobre las reservas de divisas del país.

La opinión de los expertos: un camino incierto

La comunidad energética ha manifestado su preocupación por la dirección que está tomando la política energética del país. Sin embargo, no todos están de acuerdo en la forma de abordar la crisis. Según Fernando Ochoa, especialista en energía, “los subsidios no son la solución a largo plazo; necesitamos un plan que contemple la sostenibilidad del sistema energético”. Esto plantea una cuestión crítica: ¿cuánto tiempo más podrá el Gobierno sostener medidas de emergencia sin un enfoque más integral?

A medida que se aproxima el invierno, el tiempo se agota. Las decisiones que se tomen en las próximas semanas serán fundamentales para evitar que la situación se convierta en una crisis permanente. La falta de soluciones proactivas podría llevar a un ciclo de cortes recurrentes que afecten la calidad de vida de los ciudadanos y la competitividad de la industria nacional.

Consecuencias sociales y económicas de la falta de energía

La escasez de energía afecta no solo a la economía, sino también a la cohesión social. La recesión de servicios básicos como el gas y la electricidad puede generar descontento y protestas, lo que a su vez podría desestabilizar aún más la situación política. El temor a cortes de energía en días de frío extremo reitera una sensación de vulnerabilidad que permea en todas las capas de la sociedad.

La forma en que el Gobierno maneje esta crisis podría definir su futuro político. Las decisiones que se tomen en este periodo crítico no solo impactarán la economía a corto plazo, sino que sentarán las bases para el desarrollo energético en las próximas décadas. En este sentido, es fundamental contar con un enfoque que priorice la sostenibilidad y la inversión en infraestructura energética.

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