Mendoza: más de mil camiones están varados en la frontera con Chile por una fuerte nevada que obligó a cerrar el paso Cristo Redentor
Por María Gómez · 17 Jun 2025 – 02:27 PM -03 Ver perfil
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El impacto de la nevada en el comercio internacional
Una fuerte nevada ha paralizado el paso internacional Cristo Redentor, afectando directamente a más de 1.200 camiones que se encuentran varados en la frontera entre Argentina y Chile. Este evento meteorológico ha sido el principal actor que ha llevado a las autoridades a cerrar el paso, una decisión que tiene repercusiones significativas en el comercio y la logística de la región. Los transportistas, comerciantes y los consumidores en ambos países son los más afectados por esta situación extrema.
Las condiciones climáticas adversas
Desde el jueves 12 de junio, el túnel internacional que conecta Mendoza con Los Libertadores en Chile ha permanecido cerrado debido a las persistentes nevadas y temperaturas extremas que han llegado a 22 grados bajo cero en la localidad de Las Cuevas. La inestabilidad climática ha sido una constante durante los últimos seis días, y las autoridades han decidido mantener el cierre de manera preventiva, evaluando el impacto de las condiciones meteorológicas en la seguridad del tránsito.
La decisión de mantener el paso cerrado se basa en un protocolo de seguridad que prioriza la vida humana y la integridad de las cargas. Sin embargo, esto también plantea desafíos logísticos significativos, ya que miles de camiones están atascados y la incertidumbre sobre cuándo se reabrirá el paso crea una presión adicional sobre las cadenas de suministro.
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El protocolo de actuación del gobierno
El Gobierno de Mendoza ha activado un protocolo de actuación ante cierres prolongados, diseñado para mitigar el impacto de estas situaciones en el transporte de cargas. Este esquema implica un escalonamiento estratégico que busca optimizar el movimiento de mercancías a lo largo del corredor logístico. Los paradores a lo largo de la ruta 7 están siendo utilizados por los camiones varados, proporcionando un alivio temporal para los transportistas que enfrentan condiciones adversas.
- 1.200 camiones varados en la ruta 7.
- Temperaturas extremas de hasta -22°C.
- Protocolo de actuación activado por el gobierno local.
Esta gestión proactiva es crucial, dado que la actividad económica en la región depende en gran medida del transporte transfronterizo. Sin embargo, la situación también resalta la vulnerabilidad de las infraestructuras logísticas ante fenómenos climáticos que parecen volverse cada vez más frecuentes.
Repercusiones económicas y sociales
El cierre del paso internacional no solo afecta a los transportistas, sino que también tiene un impacto en la economía local y nacional. Los comerciantes de Mendoza y regiones aledañas enfrentan potenciales aumentos en los costos de transporte y, en consecuencia, en los precios de los productos importados. Esta situación se agrava aún más si consideramos la proximidad de feriados locales que podrían incrementar la demanda de ciertos productos, afectando la oferta disponible.
Más allá de los números, hay una dimensión humana que no debe pasarse por alto. Los transportistas varados, muchos de ellos lejos de sus hogares, se enfrentan no solo a la incertidumbre de la situación, sino también a las dificultades personales que implica un largo periodo de espera. Las historias de quienes están atrapados en sus camiones, con la esperanza de que el clima mejore, nos recuerdan la fragilidad de la vida moderna ante la fuerza de la naturaleza.
Crédito: Bloomberg – Imagen exclusiva | © 2025 InfoNow Noticias
Expectativas para el futuro cercano
Las autoridades fronterizas han anunciado que el miércoles 18 de junio evaluarán las condiciones meteorológicas para determinar si es posible reabrir el paso. La esperanza de una ventana de buen tiempo podría traer alivio a quienes se encuentran varados, pero también plantea interrogantes sobre la capacidad de las infraestructuras para manejar el eventual deshielo y el flujo de camiones que se producirá al abrirse el paso.
La situación actual subraya la necesidad de una planificación más robusta ante eventos climáticos extremos. La infraestructura de transporte debe ser capaz de adaptarse a las realidades cambiantes del clima y la logística moderna. La colaboración entre Argentina y Chile será fundamental no solo para resolver esta crisis, sino también para prepararse para futuros desafíos que podrían surgir en una era de inestabilidad climática.
