Miles de hinchas de River armaron un ruidoso y colorido banderazo y Seattle se convirtió por un ratito en Núñez

Por Carlos López · 17 Jun 2025 – 01:46 AM -03 Ver perfil

La pasión riverplatense invade Seattle en un homenaje único

La ciudad de Seattle fue testigo este lunes de una explosión de color y sonido, cuando miles de hinchas de River Plate se agruparon para rendir tributo a su equipo en un banderazo memorable. En un contexto donde la distancia y los costos suelen limitar la presencia de la hinchada en tierras lejanas, este encuentro no solo celebró el amor por la camiseta, sino que también afectó indirectamente a los habitantes de esta ciudad estadounidense, quienes se sorprendieron al ver el fervor de los argentinos en sus calles.

Un rincón de Núñez en el corazón de Seattle

La esquina de Stewart y WestLake, donde se encuentra el hotel The Westin, se transformó en un microcosmos de la cultura riverplatense. Los hinchas, ataviados con camisetas y bufandas, decoraron el ambiente con trapos y banderas de palo, emulando la atmósfera que se vive en el Estadio Monumental de Buenos Aires. Este fenómeno, aunque limitado por la lejanía, reunió a una marea roja y blanca que hizo sentir su presencia a lo largo de la ciudad.

Desde temprano, los seguidores se agruparon, armando un mosaico de emociones y canciones que resonaban como un eco de su pasión. Los habitantes locales, habituados a un ritmo distinto, quedaron asombrados ante un despliegue de amor por un equipo de fútbol que, aunque geográficamente distante, logró conectar con sus raíces a través de un simple encuentro.

La logística de un banderazo que paraliza el tráfico

La organización del evento fue meticulosamente coordinada entre la seguridad del plantel y las autoridades locales. La presencia de agentes de tránsito fue fundamental para gestionar el tráfico en la zona, permitiendo que solo el tranvía pasara mientras el resto de los vehículos quedaba detenido. Esta gestión eficiente subrayó no solo el compromiso de los hinchas, sino también la colaboración de la ciudad para facilitar un momento que celebraba la cultura del fútbol argentino.

Militantes en la vía pública: Se estima que alrededor de dos mil hinchas se congregaron en la esquina central.
Tiempo de espera: Los seguidores aguardaron más de dos horas el regreso del plantel desde su entrenamiento.
Bandera emblemática: Una de las banderas más destacadas hacía referencia a un clásico rival con la leyenda: “Se busca clásico. QEPD 9-12-18”.

El canto de una hinchada que nunca se rinde

La fiesta no estuvo exenta de su toque de rivalidad. Los cánticos resonaban en la atmósfera, creando un ambiente de camaradería entre los hinchas, todos unidos por un sentimiento común. “Tomala vos, damela a mí, el que no salta, murió en Madrid”, fueron solo algunas de las frases que se hicieron eco en las calles, rememorando momentos históricos y celebrando la identidad riverplatense.

Además, el gol de Nicolás Otamendi en la última Copa del Mundo fue recordado con fervor, uniendo aún más a los presentes en una celebración que trascendía el mero acto de apoyar a un equipo. Era evidente que no solo estaban allí para alentar a su amado club, sino también para reafirmar su identidad cultural en un país que, aunque distante, se hizo eco de su pasión.

La importancia del encuentro para la comunidad argentina en el extranjero

Eventos como este banderazo no solo fortalecen los lazos entre los hinchas de River Plate, sino que también constituyen una crucial vía de conexión para la comunidad argentina en el extranjero. En un momento donde el mundo se siente cada vez más dividido, la posibilidad de reunirse en torno a una pasión común proporciona una sensación de pertenencia y de hogar, a pesar de la distancia.

La capacidad de organizar un evento tan significativo en Seattle pone de relieve la fuerza de la comunidad y el compromiso de sus integrantes. Cada hincha que se unió al banderazo no solo representó a su club, sino también a una cultura rica en tradiciones y emociones, llevándola más allá de las fronteras argentinas.