Netanyahu niega que su plan implique ocupar Gaza y prepara una ofensiva contra los últimos bastiones de Hamas
Por Ana Martínez · 10 Aug 2025 – 02:18 PM -03 Ver perfil
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La complejidad de la seguridad israelí en Gaza y su impacto humanitario
En medio de un prolongado conflicto, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha declarado que su nuevo plan para la Franja de Gaza no busca la ocupación del territorio. Esta afirmación surge en un contexto de tensión creciente, afectando a la población civil palestina y reavivando el debate sobre la viabilidad de una paz duradera en la región.
Un enfoque militar y su justificación
En una reciente rueda de prensa en Jerusalén, Netanyahu subrayó que las acciones militares de Israel están dirigidas a desmantelar a Hamas y no a establecer un control permanente sobre Gaza. Según el mandatario, el 70% a 75% del territorio ya se encuentra bajo control militar israelí. Este avance, aunque significativo, plantea interrogantes sobre las repercusiones para la población civil que reside en las áreas aún no dominadas.
El primer ministro también mencionó que la ofensiva contra los últimos bastiones de Hamas en la ciudad de Gaza y los campamentos de refugiados del centro y sur de la Franja, conocidos como Mawasi, se llevará a cabo en un futuro cercano. Este anuncio sugiere una escalada en la situación, lo que podría provocar más desplazamientos y sufrimiento humano en un contexto ya devastado por más de dos décadas de conflicto.
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Condiciones humanitarias y desplazamiento forzado
En su discurso, Netanyahu hizo hincapié en la necesidad de crear “zonas de seguridad” para facilitar el desplazamiento de la población civil, garantizando que recibirán alimentación y atención médica. Esta promesa se presenta en un momento crítico, ya que se estima que cerca de un millón de personas se encuentran atrapadas en la ciudad de Gaza, muchas de ellas viviendo en condiciones precarias.
- Casi 1 millón de personas en la ciudad de Gaza necesitan asistencia humanitaria.
- La ONU informa sobre 425,000 desplazados en la zona de Mawasi.
El hecho de que se utilicen métodos de desplazamiento similar a los de operaciones previas, como ocurrió en Rafah, genera preocupación sobre la efectividad y la ética de tales planes. Las similitudes con el pasado invitan a la reflexión sobre las garantías reales de seguridad y bienestar para quienes se ven forzados a abandonar sus hogares.
Reacciones internacionales y la tensión regional
La comunidad internacional observa con preocupación estas declaraciones y los planes de Israel. Muchos analistas sugieren que la falta de una visión clara para una solución pacífica y duradera contribuye a la inestabilidad en la región. La ausencia de un diálogo constructivo entre las partes en conflicto exacerba las tensiones, dejando a los civiles atrapados en medio de una lucha por el poder que parece no tener fin.
Las reacciones de otros líderes en el ámbito global son diversas. Mientras algunos apoyan el derecho de Israel a defenderse, otros condenan las acciones que afectan a la población civil. Este dilema moral se convierte en un tema de discusión en foros políticos y diplomáticos, donde se demanda un enfoque más humano y menos bélico hacia la resolución del conflicto.
El futuro incierto de Gaza
A medida que se intensifican los preparativos para una nueva ofensiva, la pregunta que resuena con mayor fuerza es: ¿cuál es el futuro de Gaza y su población? Las promesas de Netanyahu de proporcionar ayuda y seguridad son vistas con escepticismo por muchos. La historia reciente ofrece un panorama sombrío sobre las intenciones reales y la posibilidad de que se repitan ciclos de violencia y sufrimiento.
La búsqueda de una paz duradera y una coexistencia pacífica sigue siendo un objetivo elusivo en la región, donde el dolor y la desesperanza parecen ser el pan de cada día. Así, el mundo observa, no solo los resultados de las decisiones políticas, sino también el impacto humano de un conflicto que ha marcado a generaciones enteras.