Para consolidar las ventas al exterior, la Argentina debe seguir bajando costos
Un nuevo horizonte energético en la Argentina
La Argentina avanza hacia una nueva etapa en su desarrollo energético. De un modelo enfocado en el abastecimiento interno, se encamina a convertirse en un jugador internacional clave en el mercado del oil & gas. Sin embargo, para que ese crecimiento se consolide y sea sostenible en el tiempo, es fundamental reducir los costos de producción. Y para eso, se necesita más competencia.
El desafío de la competitividad internacional
En la reciente Energy Summit, organizada por El Cronista y la revista Apertura, el exsecretario de Energía Daniel Montamat expuso una visión clara y contundente: “Vamos a un mercado internacionalizado, donde seremos tomadores de precio”. Esta declaración es un reflejo de la transformación que el sector energético debe enfrentar, donde el enfoque ya no estará en garantizar la demanda interna, sino en maximizar la renta petrolera.
- La mejora del diferencial entre el precio internacional y los costos locales es crucial.
- En un contexto de precios internacionales a la baja, “ya no hay lugar para barriles criollos”, advierte Montamat.
- Esto plantea un desafío que requiere mirar hacia la reducción de los costos estructurales del sector.
Los costos de producción en la Argentina presentan una desventaja significativa. Según Montamat, “una perforación en la Argentina sigue costando entre un 20% y un 30% más que en Estados Unidos”. Esta diferencia se traduce en una menor competitividad en un mercado cada vez más agresivo.
La necesidad de desregulación y competencia
El panorama no se limita a un análisis financiero, donde factores como las tasas altas o el riesgo país juegan un papel importante. También se trata de cuestiones operativas que requieren atención urgente. “Faltan desregulaciones y competencia en la industria de servicios”, puntualiza Montamat.
- La incorporación de más actores en el ecosistema energético es esencial para impulsar una baja en los costos.
- La falta de competencia puede perpetuar altos costos y limitar la innovación en el sector.
- El desafío radica en crear condiciones propicias para que nuevas empresas ingresen al mercado.
La visión de un futuro energético más competitivo dependerá de la capacidad del país para adaptarse a esta nueva realidad. La política pública deberá enfocarse en crear un entorno que favorezca la inversión y la participación de diferentes actores, lo que a su vez podría generar una mayor eficiencia y reducción de costos.