Pedro Troglio, futbolista for export y DT obrero: "Me buscan los clubes necesitados y no me quejo porque hace 20 años que laburo sin parar"

Por Juan Pérez · 19 Jun 2025 – 06:21 AM -03 Ver perfil

Un viaje significativo en la vida de un entrenador

El mundo del fútbol, tan efímero como apasionante, se encuentra en constante movimiento y transformación. En este contexto, el nombre de Pedro Troglio resuena con fuerza. Este experimentado director técnico no solo se ha adentrado en los desafíos de dirigir a Banfield, sino que también se ha convertido en un símbolo de perseverancia en un deporte donde el tiempo y la paciencia son cada vez más escasos. La situación del club es delicada, y su llegada representa una esperanza para los hinchas y un reto para él.

El desafío de Banfield: una historia de necesidad

Cuando Troglio aceptó el reto de dirigir a Banfield, el equipo atravesaba un momento crítico: llevaba 13 fechas sin ganar. La presión sobre sus hombros era palpable, pero el exfutbolista no se amedrentó. En su presentación, frente a un público escéptico, el equipo logró un importante triunfo con un 3 a 1 sobre Central Córdoba. Esta victoria no solo sirvió para romper la racha negativa, sino que también cimentó la confianza de los jugadores en su nuevo entrenador.

El contexto financiero del club no era menos alarmante. Muchos de los jugadores, así como los empleados, enfrentaban atrasos en el pago de sus salarios. Esta situación añade un nivel adicional de complejidad al trabajo de Troglio, quien debe equilibrar los intereses deportivos con las preocupaciones económicas de su plantilla.

Un líder en tiempos difíciles

La filosofía de Pedro Troglio como entrenador se basa en la motivación y la conexión humana. En una charla reciente, expresó: “Me decían ‘Pedro, tenés todo para perder’, pero para mí tenía todo para ganar.” Esta creencia en las “inyecciones de ánimo” se traduce en su estilo de liderazgo. Se presenta ante sus jugadores como un compañero, dispuesto a enfrentar los desafíos hombro a hombro.

Además de su enfoque motivacional, Troglio sabe que el trabajo duro y la dedicación son esenciales. Su experiencia de más de 20 años en el fútbol le ha enseñado que, más allá del talento, la resiliencia y el compromiso son claves para un equipo exitoso. La llegada de Troglio a Banfield también busca revitalizar un sentido de pertenencia y orgullo que se había perdido entre los jugadores.

Un futuro incierto pero lleno de posibilidades

A medida que se acerca el inicio del Torneo Clausura, las expectativas sobre el desempeño de Banfield aumentan. El desafío de Troglio es monumental: recuperar la moral del equipo y lograr resultados positivos de inmediato. Sin embargo, a pesar de los obstáculos, su optimismo es contagioso. “Llegué cuatro o cinco días antes del partido y decidí poner la cara con los jugadores. No me arrepiento,” dijo Troglio, reflejando su compromiso con el club y su deseo de revertir la situación actual.

El futuro de Banfield dependerá en gran medida de cómo logren adaptarse a las exigencias del torneo, pero también de cómo Troglio sepa gestionar las tensiones externas. Los hinchas, que han visto pasar a numerosos entrenadores en los últimos años, depositan sus esperanzas en este nuevo ciclo. La conexión emocional que se establece entre un director técnico y una afición puede ser el primer paso hacia la recuperación.

Consecuencias de una era cambiante

La llegada de Pedro Troglio a Banfield se inscribe en una tendencia más amplia dentro del fútbol argentino, donde los clubes buscan directores técnicos con una capacidad adaptativa y una mentalidad de trabajo inquebrantable. En este sentido, Troglio representa a muchos entrenadores que, a pesar de no tener la vitrina repleta de títulos, ofrecen una ética de trabajo y un enfoque humano que son esenciales en tiempos difíciles.

Los desafíos que enfrenta el fútbol argentino, desde problemas económicos hasta la presión de los hinchas, son un reflejo de un deporte en constante evolución. La figura de Troglio, un hombre del fútbol que ha vivido sus altibajos, se convierte en un faro de esperanza para aquellos que creen que el trabajo duro y la dedicación pueden cambiar la narrativa, no solo en Banfield, sino en todo el fútbol nacional.