Pintadas contra Clarín: los agarraron haciendo grafittis, fueron detenidos y tuvieron que borrarlos para no ir presos
Por Carlos López · 28 Jun 2025 – 02:04 PM -03 Ver perfil
Imagen: Gamma-Rapho | Archivo | © 2025 InfoNow Noticias
Un nuevo capítulo de confrontación entre la militancia y los medios de comunicación
En un inusual episodio que refleja la tensión entre la política y la prensa en Argentina, varios militantes de la agrupación La Cámpora fueron detenidos tras realizar grafitis en un convento de Villa Pueyrredón. Este hecho, que ocurre en un contexto de creciente polarización política, no solo pone en evidencia la relación tumultuosa entre los sectores afines al kirchnerismo y el Grupo Clarín, sino que también plantea interrogantes sobre la libertad de expresión y las consecuencias de la protesta en espacios públicos.
La detención y el vandalismo: un reflejo de la crisis política
La noche del 11 de junio marcó un nuevo capítulo en la historia de la confrontación entre militantes de La Cámpora y medios de comunicación. En esta ocasión, tres jóvenes de entre 20 y 24 años fueron arrestados por la Policía de la Ciudad en el barrio de Villa Pueyrredón, precisamente en el convento de Carmelitas Descalzas “Santa Teresita”. Las pintadas, que incluían mensajes como “Magnetto Mafioso”, se llevaron a cabo un día después de que la Corte Suprema de Justicia dictara una condena firme contra Cristina Kirchner por corrupción en la causa Vialidad. Este hecho refuerza cómo la política argentina se entrelaza con expresiones de descontento popular.
La reacción de la policía y las consecuencias legales
La acción de la Policía de la Ciudad fue rápida, deteniendo a los jóvenes en las cercanías de General Paz. Esta intervención se produjo apenas horas después de que otro grupo de militantes provocara destrozos en la sede de Artear, lo que evidencia un patrón de respuesta contundente por parte de las fuerzas de seguridad ante actos de vandalismo que ponen en jaque la tranquilidad pública. Como parte de un acuerdo judicial, los detenidos debieron limpiar las pintadas, una acción que provoca reflexión sobre las medidas que se toman ante el descontento social.
Imagen: Gamma-Rapho | Archivo | © 2025 InfoNow Noticias
- 3 detenidos en Villa Pueyrredón.
- Mensajes vandalizados incluían “La Cámpora” y “Sin Cristina no hay democracia”.
- Acción sucedió un día después de la condena de Cristina Kirchner.
La Cámpora y su estrategia de comunicación
La agrupación La Cámpora, que ha sido objeto de críticas y alabanzas por su activismo en defensa del kirchnerismo, parece haber adoptado una estrategia que abarca tanto el ciberespacio como el espacio físico para manifestar su postura. La elección de un convento, un sitio sagrado, para plasmar su descontento, no es casualidad. Este acto apunta a desafiar no solo a una figura mediática como Héctor Magnetto, sino también a una estructura de poder que ellos consideran opresiva. La elección del lugar también puede interpretarse como un intento de acentuar el contraste entre la espiritualidad y la descomposición política.
© Gamma-Rapho – 2025 | © 2025 InfoNow Noticias
La libertad de expresión en la mira
La detención de estos jóvenes no solo abre un debate sobre la legalidad de sus acciones, sino también sobre los límites de la libertad de expresión en un contexto tan polarizado. A pesar de que la protesta es un derecho consagrado, el vandalismo es cuestionado tanto por la sociedad como por las propias leyes. ¿Hasta dónde llega el derecho a expresarse y en qué momento se convierte en un acto punible? Este cuestionamiento se intensifica en un país donde la narrativa política a menudo se encuentra marcada por la violencia y el enfrentamiento. El hecho de que los detenidos deban limpiar sus “obras” para evitar cargos más severos puede ser visto como una violencia institucional que silencia a los disidentes.
Las acciones de militantes como los de La Cámpora son un recordatorio de que, en la Argentina contemporánea, el conflicto entre la prensa y la política sigue siendo un campo de batalla en la lucha por el poder y el reconocimiento. En un clima de incertidumbre, cada gesto cuenta, cada mensaje se convierte en una declaración política, y cada detención en un símbolo de la lucha por la voz en un mundo que a menudo parece negarla.