Qué prepagas aumentan en julio más que la inflación, cuáles por debajo y por qué surge un foco de tensión

Por María Gómez · 19 Jun 2025 – 06:45 AM -03 Ver perfil

Un nuevo capítulo en las tarifas de salud: la tensión entre prestadoras y afiliados

En las últimas horas, las empresas de medicina prepaga han iniciado el envío de cartas a sus afiliados informando sobre los aumentos que comenzarán a regir en julio. Este hecho, que ya se ha vuelto habitual en el calendario económico del país, se produce en un contexto de acuciante preocupación por el costo de vida. El actor principal de esta dinámica es el sector de las prepagas, que debe equilibrar sus costos operativos con la realidad económica de sus afiliados, que se ven gravemente afectados por la inflación.

Aumentos superiores a la inflación: un golpe al bolsillo

En un primer análisis, es crítico señalar que algunas prepagas han decidido aplicar incrementos que superan la inflación del 1,5 por ciento reportada recientemente. Es el caso de Swiss Medical, que ha establecido un aumento del 1,4 por ciento para los planes sin copagos y del 1,1 por ciento para aquellos que sí incluyen esta opción. Este ajuste, aunque parece modesto, impacta de manera significativa en el total de las cuotas que abonan los afiliados.

Asimismo, Sancor Salud ha optado por un aumento del 1,2 por ciento, aunque con consideraciones específicas que podrían elevar este porcentaje al 2,2 por ciento dependiendo de la zona geográfica y las características del plan. Estos ajustes, aunque justificados desde el punto de vista económico, generan un clima de incertidumbre y descontento entre los usuarios, que se ven obligados a reconsiderar su presupuesto mensual.

Aumento por debajo de la inflación: una estrategia de retención

Por otro lado, algunas prepagas han optado por un enfoque más conservador, decidiendo ajustar sus cuotas por debajo del índice inflacionario. Por ejemplo, el Hospital Italiano ha anunciado un incremento del 1,34 por ciento, y Avalian un 1,75 por ciento. Esta estrategia podría interpretarse como un intento de mantener la fidelidad de los afiliados en un mercado cada vez más competitivo y sensible a los cambios económicos.

Establecer un aumento inferior a la inflación puede ser un movimiento calculado para no alienar a la base de clientes, pero también plantea preguntas sobre la sostenibilidad financiera a largo plazo de estas entidades. En esta encrucijada, el equilibrio entre precios accesibles y la calidad del servicio se convierte en un dilema crucial.

Impacto en el ecosistema de salud: un efecto dominó

La dinámica de aumentos de cuotas no sólo afecta a los afiliados, sino que tiene repercusiones en todo el sector de la salud. La incertidumbre respecto a las tarifas puede llevar a una merma en el número de afiliados, lo que a su vez podría afectar los ingresos de las prestadoras y su capacidad para garantizar un servicio de calidad. La presión sobre los costos operativos, exacerbada por la inflación y otros factores económicos, puede generar un efecto dominó que impacte en la disponibilidad de servicios y recursos en el sector.

En este contexto, es esencial que las prepagas encuentren un camino que les permita operar de manera eficiente sin sacrificar la calidad del servicio. La negociación con proveedores, la optimización de procesos internos y la búsqueda de innovación en la prestación de servicios son solo algunas de las estrategias que podrían implementar para sortear este desafío.

El clima de tensión: un llamado a la reflexión

Los recientes aumentos en las cuotas de las prepagas han generado un foco de tensión palpable entre los usuarios y las empresas. La angustia por el costo de la salud se suma a la carga que ya soportan los argentinos frente a un panorama inflacionario que parece no dar tregua. Es aquí donde surgen interrogantes fundamentales sobre la estructura del sistema de salud en el país y sobre cómo se equilibrarán los intereses de las prestadoras con las necesidades de los afiliados.

Es fundamental que tanto el gobierno como las entidades de salud se comprometan a dialogar y encontrar soluciones que prioricen el bienestar de los ciudadanos. En un país donde la salud es un derecho, es imperativo que se tomen medidas efectivas para garantizar que los servicios sean accesibles y de calidad.