Rafael Correa, sobre la proscripción de CFK: “Ojalá esto despierte a América Latina y al mundo”
El ecosistema del lawfare en América Latina: una advertencia colectiva
El reciente pronunciamiento del expresidente de Ecuador, Rafael Correa, sobre la situación judicial de Cristina Kirchner ha reavivado un debate crucial en la región: el uso de la justicia como herramienta política. En una entrevista en la radio La 750, Correa trazó un paralelismo entre la persecución judicial que sufren varios líderes latinoamericanos y los oscuros días del Plan Cóndor. Su afirmación de que la proscripción de Kirchner es parte de un plan sistemático de lawfare resuena con el eco de las luchas pasadas, invitando a una reflexión profunda sobre el futuro de la democracia en América Latina.
El lawfare como estrategia política
Correa no es el único en señalar la interconexión de las persecuciones judiciales en la región. Evo Morales, expresidente de Bolivia, también ha denunciado el uso del sistema judicial para desmantelar el liderazgo progresista en América Latina. El concepto de lawfare, que implica la utilización de procesos judiciales para deslegitimar y desarticular rivales políticos, ha ganado terreno como explicación para los constantes ataques a figuras como Lula da Silva, Fernando Lugo y ahora Kirchner.
- Correa sostiene que este fenómeno no es un accidente, sino un proceso coordinado y, a menudo, respaldado por intereses estadounidenses.
- Las similitudes entre las técnicas utilizadas hoy y las tácticas del Plan Cóndor de los años 70 son alarmantes, sugiriendo que la política exterior de EE.UU. sigue jugando un papel nefasto en la región.
“El lawfare no es casualidad; es un ataque sistemático a la democracia”, enfatizó Correa, haciendo eco de un sentir generalizado entre muchos en la región que perciben una amenaza común a la soberanía y la autodeterminación.
La resistencia de Cristina Kirchner
El exmandatario ecuatoriano se mostró optimista respecto a la capacidad de Cristina Kirchner para resistir estos ataques. Argumentó que, a pesar de la decisión de la Corte Suprema argentina de avanzar contra sus derechos políticos, la historia ya la ha consagrado como una figura clave en la política argentina.
- “Los sueños no se matan, no se encarcelan”, proclamó Correa, subrayando que la visión y el legado de Kirchner trascienden los muros de los tribunales.
- Correa considera que esta persecución puede, en lugar de silenciarla, reactivar la conciencia política de un pueblo que ha estado “medio adormecido”.
Consciente de que las luchas de los líderes de izquierda han inspirado a muchos, Correa lanzó un llamado a la movilización y a la defensa de la democracia: “Esta vez le tocó el turno a Argentina, pero esto puede suceder en cualquier país de la región”.
Un momento de reflexión para América Latina
La situación de Kirchner es, en muchos sentidos, un espejo que refleja la fragilidad de las democracias en América Latina. Los ataques sistemáticos a líderes como ella invitan a cuestionar la integridad del sistema judicial y su papel en la política. En palabras de Correa, “Ojalá esto despierte a América Latina y al mundo”.
- La urgencia de una respuesta colectiva ante el lawfare es más importante que nunca. La interconexión entre los países de la región y sus luchas podría ser el antídoto contra estas ofensivas.
- Cada proceso judicial que se convierte en una herramienta política debe ser visto como una alerta: la democracia no se defiende sola.
En este contexto, la voz de Correa, así como la de otros líderes, se vuelve fundamental para encender el debate sobre el futuro político de América Latina y la necesidad de proteger a sus figuras más emblemáticas.