Se dispararon las importaciones de carne de cerdo: en cinco meses ingresaron más toneladas que en todo 2024

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Por María Gómez · 17 Jun 2025 – 12:05 PM -03 Ver perfil

Un aumento inesperado en la importación de carne porcina: ¿qué significa para los consumidores? En un giro sorprendente,... Descubre más sobre resaltando, se...

© Lehtikuva – 2025 | © 2025 InfoNow Noticias

Un aumento inesperado en la importación de carne porcina: ¿qué significa para los consumidores?

En un giro sorprendente, las importaciones de carne de cerdo han alcanzado cifras récord en los primeros cinco meses de 2025. Según datos del consultor especializado Juan Uccelli, se han ingresado más de 24.000 toneladas, lo que revela un aumento del 522% en comparación con el mismo período del año anterior. Esta situación no solo altera el mercado, sino que también plantea preguntas críticas sobre los efectos reales de esta estrategia en el bolsillo del consumidor argentino.

El fenómeno de las importaciones: números que impactan

Las cifras hablan por sí solas. En solo cinco meses de 2025, se han importado 24.303 toneladas de carne de cerdo, superando ampliamente las 3.939 toneladas de 2024. Este incremento es asombroso si consideramos que la carne importada representa ya un 7% del total producido en el país. En contraste, durante todo el año 2024, las importaciones apenas alcanzaron las 19.351 toneladas.

  • 2025: 24.303 toneladas en cinco meses
  • 2024: 3.939 toneladas en el mismo período
  • Incremento: 522%
  • Total importado en 2024: 19.351 toneladas

Sin embargo, esta estrategia, que busca contener los precios al consumidor, ha tenido efectos contrarios a los esperados. A pesar de la llegada masiva de carne porcina, el precio al público ha subido un 25,2%, superando tanto la inflación acumulada como el aumento de los salarios en el mismo lapso. La pregunta que surge es: ¿realmente la importación logró contener los precios?

Un análisis crítico: la importación en lugar de la solución

El análisis de Uccelli sugiere que, lejos de estabilizar el mercado, el aumento de la carne importada ha contribuido a un encarecimiento general. La carne de cerdo importada ha visto una subida de precios del 19,8%, lo que plantea un dilema: ¿fue la importación la causa del aumento de precios en lugar de una solución?

“Es complicado comprobarlo, pero seguramente no cumplió la función que pensaban”, señala Uccelli, resaltando la complejidad del mercado. Este fenómeno sugiere que la intervención del Estado, en este caso, no ha logrado equilibrar la balanza en favor de los consumidores. En un contexto donde los precios se disparan, es fundamental cuestionar las políticas que se implementan con el fin de controlar la inflación.

Impacto en el productor local: una situación crítica

Para los productores argentinos, la situación se torna aún más tensa. Mientras la carne importada se encarece, los precios de los cortes nacionales apenas han subido. Por ejemplo, el precio de la media res ha aumentado un modesto 3,7%, mientras que el precio que reciben los productores por el capón ha crecido solo un 4,1%. Esta disparidad en los precios pone de manifiesto la situación precaria en la que se encuentran los criadores locales.

  • Suba media res: 3,7%
  • Suba capón: 4,1%
  • Aumento costos de producción: 12,7%

Los costos de producción para los criadores han crecido un 12,7%, en línea con la inflación general. Esto significa que, a pesar de los esfuerzos por estabilizar el mercado, los productores enfrentan una presión creciente que podría amenazar su viabilidad a largo plazo.

Mirando hacia el futuro: ¿qué debemos esperar?

A medida que avanzamos en 2025, es crucial que tanto el gobierno como los actores del mercado reflexionen sobre las políticas implementadas. La intervención estatal, que se suponía iba a aliviar la carga de los consumidores, ha mostrado resultados contradictorios. La población, que ya enfrenta un clima de incertidumbre económica, necesita respuestas claras y efectivas que garanticen un acceso justo y equitativo a los alimentos básicos, como la carne de cerdo.

La situación actual debe ser un llamado de atención para todos los involucrados. La colaboración entre productores, consumidores y reguladores es esencial para evitar que el problema se agrave y para asegurar un mercado más justo y sostenible en el futuro.

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